Talált 248 Eredmények: monte Hermón

  • Y la gloria del Señor se elevó, salió de la ciudad y fue a detenerse sobre el monte que está al oriente de ella. (Ezequiel 11, 23)

  • Esto dice el Señor Dios: "También yo tomaré la copa de un alto cedro y la plantaré; de la punta de sus ramas tomaré un ramo y lo plantaré yo mismo en un monte muy alto, (Ezequiel 17, 22)

  • en el monte sublime de Israel lo plantaré; echará ramas y dará frutos y se hará un magnífico cedro. Bajo él habitarán toda clase de pájaros, toda clase de aves morará a la sombra de sus ramas. (Ezequiel 17, 23)

  • porque en mi santo monte, en el excelso monte de Israel, dice el Señor, me servirá todo el pueblo de Israel, cuantos vivan en el país; allí aceptaré gustosamente y solicitaré vuestras ofrendas, las primicias de vuestros dones, todo lo que queráis ofrecerme. (Ezequiel 20, 40)

  • Con cipreses de Hermón construyeron tus planchas, con cedro del Líbano hicieron tu mástil, (Ezequiel 27, 5)

  • Como un querubín protector yo te había puesto en el monte santo de Dios y caminabas entre brasas ardientes. (Ezequiel 28, 14)

  • Con el progreso de tu tráfico te llenaste de violencia y pecados, y yo te he arrojado del monte de Dios y te he exterminado, oh querubín protector, de entre las brasas ardientes. (Ezequiel 28, 16)

  • Como tú te alegraste cuando la heredad de la casa de Israel era devastada, así haré yo contigo; en desolación te convertirás, monte de Seír, así como Edón entero, y se sabrá que yo soy el Señor. (Ezequiel 35, 15)

  • en visiones divinas, a la tierra de Israel. Me posó sobre un monte altísimo, en cuya cima parecía que estaba edificada una ciudad mirando al mediodía. (Ezequiel 40, 2)

  • Ésta es la ley para el templo: en la cumbre del monte, todo el espacio que lo circunda será santo. Tal es la ley para el templo". (Ezequiel 43, 12)

  • Tú seguías mirando; de pronto una piedra se desprendió de un monte sin intervención humana alguna, alcanzó a la estatua en los pies de hierro y arcilla y los pulverizó. (Daniel 2, 34)

  • Entonces se hizo pedazos todo: el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamo de la era en verano, y fueron arrebatados por el viento sin que quedara rastro alguno de ellos; en cambio, la piedra que había herido a la estatua se convirtió en un gran monte, que llenó la tierra entera. (Daniel 2, 35)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina