Talált 669 Eredmények: mismo

  • Pero el séptimo es descanso para el Señor, tu Dios: no harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el extranjero residente; de esta manera podrán descansar tu siervo y tu sierva lo mismo que tú. (Deuteronomio 5, 14)

  • ¡Oh, si tuvieran siempre ese mismo corazón, siempre me temerían, guardarían mis mandamientos y serían felices ellos y sus hijos! (Deuteronomio 5, 29)

  • Incúlcaselas a tus hijos y repíteselas cuando estés en casa, lo mismo que cuando estés de viaje, acostado o levantado. (Deuteronomio 6, 7)

  • Reconoce desde ahora mismo que es el Señor, tu Dios, quien va delante de ti como fuego devorador, que los destruirá. Él los derrotará delante de ti, y tú los desalojarás y los aniquilarás rápidamente, según la promesa del Señor. (Deuteronomio 9, 3)

  • Habéis sido rebeldes al Señor desde el día mismo en que os conoció. (Deuteronomio 9, 24)

  • Por eso Leví no tiene parte ni heredad entre sus hermanos: el Señor es su heredad, como el Señor mismo le dijo. (Deuteronomio 10, 9)

  • Enseñádselas a vuestros hijos y repetídselas sin cesar: lo mismo cuando estéis sentados en casa que cuando vayáis de viaje, lo mismo cuando estés acostado que cuando estés levantado y de pie. (Deuteronomio 11, 19)

  • Nadie podrá resistirse ante vosotros. El Señor, vuestro Dios, sembrará el pánico y el temor delante de vosotros sobre toda la tierra donde pongáis vuestro pie, como él mismo ha dicho. (Deuteronomio 11, 25)

  • entonces, tomando un punzón, le harás un agujero en la oreja a la puerta y será esclavo tuyo para siempre. Si se trata de una esclava, harás lo mismo. (Deuteronomio 15, 17)

  • Al que no escuche las palabras que él dirá en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas. (Deuteronomio 18, 19)

  • harán con él lo mismo que él pensaba hacer con su hermano. Así extirparás el mal de en medio de ti. (Deuteronomio 19, 19)

  • Cuando salgas a hacer la guerra contra tus enemigos y veas los caballos y los carros de un pueblo más numeroso que tú, no tengas miedo de ello, pues el Señor, tu Dios, está contigo, el mismo que te sacó de Egipto. (Deuteronomio 20, 1)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina