Talált 329 Eredmények: mandó
A la mañana siguiente el Faraón, muy turbado, mandó llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto y les contó su sueño, pero nadie pudo explicárselo. (Génesis 41, 8)
El Faraón mandó llamar a José. Lo sacaron a toda prisa de la cárcel, lo afeitaron, le cambiaron de vestidos y lo presentaron al Faraón. (Génesis 41, 14)
Entonces se retiró y lloró. Después volvió y les habló; y tomó a Simeón y, en su presencia, mandó que lo metieran en la cárcel. (Génesis 42, 24)
José mandó que les llenaran los sacos de trigo, que les metieran el dinero de cada uno en su saco y que les dieran provisiones para el viaje. Y así se hizo. (Génesis 42, 25)
Cuando se acercaba ya para Jacob el día de su muerte, mandó llamar a su hijo José y le dijo: "Si he hallado gracia a tus ojos, pon tu mano debajo de mi muslo en señal de juramento, y prométeme que serás bueno y fiel conmigo; no me entierres en Egipto. (Génesis 47, 29)
El cetro no será arrebatado de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos obedecerán. (Génesis 49, 10)
Luego mandó a los médicos que estaban a sus órdenes que embalsamaran a su padre. (Génesis 50, 2)
Entonces el rey de Egipto mandó llamar a las parteras y les dijo: "¿Por qué habéis obrado así y habéis dejado vivir a los niños?". (Exodo 1, 18)
La hija del Faraón bajó a bañarse al río mientras sus doncellas paseaban por la orilla. Al ver la cesta en medio de los juncos, mandó a una de sus doncellas a recogerla. (Exodo 2, 5)
El Faraón mandó a ver, y del ganado de los israelitas no había muerto ni uno solo. Pero el corazón del Faraón siguió endurecido y no dejó salir al pueblo. (Exodo 9, 7)
Moisés extendió su bastón hacia el cielo, y el Señor mandó truenos y granizo con fuego, que se precipitaba sobre la tierra; el Señor hizo caer granizo sobre Egipto. (Exodo 9, 23)
El Faraón mandó llamar a Moisés y Aarón y les dijo: "Esta vez he pecado. El Señor es justo, y yo y mi pueblo, culpables. (Exodo 9, 27)