Talált 258 Eredmények: libro sagrado
Porque está escrito en el libro de los Salmos: Que su morada se convierta en un desierto y no haya quien habite en ella. Y: que ocupe otro su cargo. (Hechos 1, 20)
y lo libró de todas sus tribulaciones; le dio una gran sabiduría, con lo que se ganó el favor del Faraón, rey de Egipto, que lo hizo gobernador de Egipto y de toda la casa real. (Hechos 7, 10)
Dios, entonces, les volvió las espaldas y los entregó al culto de los astros, como está escrito en el libro de los profetas: ¿Me ofrecisteis sacrificios y ofrendas en el desierto durante cuarenta años, casa de Israel? (Hechos 7, 42)
Como dice en el libro de Oseas: Llamaré al que no es mi pueblo, pueblo mío; y a la no amada, amada. (Romanos 9, 25)
Él es quien nos libró de aquel peligro mortal y nos seguirá librando. Esperamos que lo siga haciendo en adelante (II Corintios 1, 10)
Y a ti, leal compañero, te ruego que prestes tu ayuda a éstas, que han trabajado mucho en el evangelio conmigo y con Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. (Filipenses 4, 3)
en las persecuciones y en los sufrimientos que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra, donde tantas penalidades tuve que sufrir; pero de todas ellas me libró el Señor. (II Timoteo 3, 11)
En efecto, Moisés, después de haber promulgado ante el pueblo todos los mandamientos según estaban escritos en la ley, tomó la sangre de machos cabríos y de becerros, con agua, lana escarlata y el hisopo, y roció con ella el libro mismo y a todo el pueblo, (Hebreos 9, 19)
Entonces dije: Aquí estoy yo para hacer tu voluntad, como en el libro está escrito de mí. (Hebreos 10, 7)
y libró al justo Lot, entristecido ante la conducta lujuriosa de aquellos hombres desenfrenados ( (II Pedro 2, 7)
que decía: "Lo que ves escríbelo en un libro y mándaselo a las siete Iglesias: a Éfeso, a Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea". (Apocalipsis 1, 11)
El vencedor será revestido de vestiduras blancas, yo no borraré jamás su nombre del libro de la vida y reconoceré su nombre delante de mi Padre y de los ángeles. (Apocalipsis 3, 5)