Talált 17 Eredmények: librar

  • Cuando dos hermanos se están pegando, si se acerca la mujer de uno de ellos y, para librar a su marido de las manos del que le golpea, agarra a éste por sus partes, (Deuteronomio 25, 11)

  • pues el rey accederá a librar a su sierva de la mano del hombre que intenta extirparme, juntamente con mi hijo, de la herencia de Dios. (II Samuel 14, 16)

  • La ira del Señor se encendió contra Amasías y le envió un profeta a decirle: "¿Por qué has ido a buscar a los dioses del pueblo al que ellos no pudieron librar de tus manos?". (II Crónicas 25, 15)

  • ¿Qué dioses de esos pueblos destruidos por mis padres pudieron librar a su pueblo de mi poder? ¿Podría, por tanto, vuestro Dios libraros a vosotros de mi poder? (II Crónicas 32, 14)

  • Senaquerib escribió esta carta, en la que desafiaba al Señor, Dios de Israel: "De la misma manera que los dioses de los pueblos de la tierra no pudieron librarlos de mi poder, tampoco el Dios de Ezequías podrá librar a su pueblo de mi poder". (II Crónicas 32, 17)

  • y así librar su alma de la fosa, y su vida del pasaje subterráneo. (Job 33, 18)

  • Judas dijo a su hermano Simón: "Escoge hombres y ve a librar a tus hermanos en Galilea; yo y mi hermano Jonatán iremos a Galaad". (I Macabeos 5, 17)

  • A punto de morir por los golpes de la flagelación, les decía gimiendo: "El Señor, que todo lo sabe, ve bien que, pudiéndome librar de la muerte, estoy sufriendo en mi cuerpo los tormentos atroces de la flagelación; pero en el alma sufro gustoso todo esto por su santo temor". (II Macabeos 6, 30)

  • Sabes muy bien lo que los reyes de Asiria han hecho con todos los países: entregarlos al exterminio. ¿Y tú te vas a librar? (Isaías 37, 11)

  • desde la eternidad lo soy; nadie se puede librar de mi mano, yo actúo sin que nadie lo impida. (Isaías 43, 13)

  • Son incapaces de librar a un hombre de la muerte o de arrancar al débil de las garras del prepotente. (Baruc 6, 35)

  • No pueden devolver la vista al ciego ni librar al que se halla en la miseria. (Baruc 6, 36)


“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina