Talált 6163 Eredmények: las
El quinto vertió su copa sobre el trono de la bestia; su reino quedó sumergido en las tinieblas; las gentes se mordían la lengua de dolor, y (Apocalipsis 16, 10)
blasfemaban contra el Dios del cielo por los dolores de sus úlceras en vez de arrepentirse de sus obras. (Apocalipsis 16, 11)
La gran ciudad se despedazó en tres partes, y las ciudades de las naciones se hundieron. Y Dios se acordó de Babilonia la grande, para darle el cáliz del vino de su ardiente ira. (Apocalipsis 16, 19)
Huyeron todas las islas, y desaparecieron las montañas. (Apocalipsis 16, 20)
Granizos enormes -como adoquines- cayeron sobre los hombres, que blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esta plaga era muy grande. (Apocalipsis 16, 21)
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas vino a decirme: "Ven, que te voy a enseñar la sentencia de la gran prostituta que está sentada sobre las vastas aguas, (Apocalipsis 17, 1)
Y me transportó en espíritu a un desierto. Y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, con siete cabezas y diez cuernos. (Apocalipsis 17, 3)
La mujer estaba vestida de púrpura y de escarlata, de piedras preciosas y de perlas; tenía en la mano una copa de oro llena de cosas horrorosas y de las inmundicias de su lujuria; (Apocalipsis 17, 4)
sobre su frente, un nombre escrito -un misterio-: "Babilonia la grande, la madre de las prostitutas y de las monstruosidades de la tierra". (Apocalipsis 17, 5)
Aquí la inteligencia y la sabiduría. Las siete cabezas son siete montañas, sobre las que se sienta la mujer. (Apocalipsis 17, 9)
El ángel me dijo: "Las aguas que has visto, sobre las que se sienta la prostituta, son los pueblos, las muchedumbres, las naciones y las lenguas. (Apocalipsis 17, 15)
Porque Dios les ha inspirado la resolución de ejecutar su propio designio y ponerse de acuerdo para poner a disposición de la bestia su poder real hasta que se cumplan las palabras de Dios. (Apocalipsis 17, 17)