Talált 57 Eredmények: juro

  • Saúl le juró: "¡Vive el Señor, que no incurrirás en pena alguna por esto!". (I Samuel 28, 10)

  • Levántate, sal y habla al corazón de tus soldados; porque te juro por el Señor que, si no sales, no quedará contigo esta noche ni un solo hombre, y esto sería para ti el mayor de todos los males que hayan venido sobre ti desde tu juventud hasta hoy". (II Samuel 19, 8)

  • Y el rey dijo a Semeí: "No morirás". Y el rey se lo juró. (II Samuel 19, 24)

  • Entonces el rey juró de esta manera: "¡Vive el Señor, que me ha salvado de todo peligro!, (I Reyes 1, 29)

  • El rey Salomón juró por el Señor: "Que Dios me castigue si Adonías no paga con su vida el haber pedido esto. (I Reyes 2, 23)

  • Entonces Nabucodonosor se llenó de ira contra todas estas regiones y juró por su trono y por su imperio vengarse con su espada de las regiones de Cilicia, de Damasco y de Siria, así como de todos los habitantes de Moab, Amón, Judea y Egipto hasta los límites de los dos mares. (Judit 1, 12)

  • Lo juro por mi vida y por el poderío de mi imperio: lo que he dicho, lo realizaré con mi mano. (Judit 2, 12)

  • Él entonces, mano en alto, les juró que los haría caer en el desierto, (Salmos 106, 26)

  • Él aceptó, prometió lealtad a las propuestas y juró no hacerle daño alguno durante su vida. (I Macabeos 9, 71)

  • Menelao, irritado, pidió a Andrónico que matara a Onías. Andrónico fue a ver a Onías, le dio la mano y le juró que no le haría nada; Onías no se fiaba, pero se dejó convencer y salió del lugar de asilo; inmediatamente Andrónico lo mató sin respetar la justicia. (II Macabeos 4, 34)

  • Tuvo noticia de que Filipo, a quien había dejado al frente del reino en su ausencia, se había sublevado, y quedó consternado. Pidió la paz a los judíos y juró acceder a sus justas peticiones. Se reconcilió con ellos, ofreció sacrificios, llenó de honores el templo y lo trató con benevolencia. (II Macabeos 13, 23)

  • Ellos juraron que no sabían dónde estaba el hombre que él buscaba. Nicanor extendió la mano hacia el templo, y juró así: (II Macabeos 14, 32)


“Se quiser me encontrar, vá visitar Jesus Sacramentado; eu também estou sempre lá.” São Padre Pio de Pietrelcina