Talált 4293 Eredmények: juicio de Dios
Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago, a los elegidos y amados de Dios Padre y conservados para Jesucristo: (Judas 1, 1)
Porque se han infiltrado entre vosotros algunos hombres, destinados desde antiguo a caer en la condenación, gente malvada que han convertido en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a nuestro único dueño y Señor, Jesucristo. (Judas 1, 4)
y ha reservado en eterna prisión, en el fondo de las tinieblas, para el día del juicio final, a los ángeles que no guardaron su condición privilegiada y perdieron su propia mansión; (Judas 1, 6)
a entablar juicio contra todos y a condenar a todos los criminales por todos los crímenes que cometieron y por todas las blasfemias que estos pecadores pronunciaron contra él. (Judas 1, 15)
conservaos en el amor de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna. (Judas 1, 21)
Al único Dios, nuestro Salvador, que es poderoso para guardaros sin pecado y presentaros intachables ante su gloria con alegría, (Judas 1, 24)
Revelación de Jesucristo, que Dios le ha dado para mostrar a sus servidores lo que va a suceder en seguida; Dios la ha dado a conocer, por medio de un ángel, a su siervo Juan, (Apocalipsis 1, 1)
el cual atestigua, como palabra de Dios y testimonio de Jesucristo, todo lo que ha visto. (Apocalipsis 1, 2)
y nos ha hecho un reino de sacerdotes para su Dios y Padre; a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. (Apocalipsis 1, 6)
Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el todopoderoso. (Apocalipsis 1, 8)
Yo, Juan, vuestro hermano y vuestro compañero en el sufrimiento, en el reino y en la constancia, en Jesús, yo me encontraba en la isla de Patmos por haber predicado la palabra de Dios y por haber dado testimonio de Jesús. (Apocalipsis 1, 9)
El que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios. (Apocalipsis 2, 7)