Talált 495 Eredmények: horno de fuego

  • Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la lana blanca, como la nieve; sus ojos, como una llama de fuego; (Apocalipsis 1, 14)

  • sus pies, como el bronce fundido a fuego; su voz, como el rumor de aguas caudalosas; (Apocalipsis 1, 15)

  • Escribe al ángel de la Iglesia de Tiatira: Esto es lo que dice el hijo de Dios, que tiene los ojos como una llama y los pies como el bronce fundido a fuego. (Apocalipsis 2, 18)

  • Te aconsejo que me compres oro acrisolado en el fuego para enriquecerte, vestiduras blancas para vestirte, y que no aparezca la vergüenza de tu desnudez, y un colirio para que unjas tus ojos y veas. (Apocalipsis 3, 18)

  • Del trono salían rayos, voces y truenos. Siete lámparas de fuego ardían delante del trono (que son los siete espíritus de Dios). (Apocalipsis 4, 5)

  • Ellos ya no tendrán más hambre ni sed; no sentirán más el fuego ardiente del sol; (Apocalipsis 7, 16)

  • Después el ángel tomó el incensario, lo llenó de fuego del altar y lo lanzó sobre la tierra. Entonces se produjeron truenos, relámpagos, voces y terremotos. (Apocalipsis 8, 5)

  • El primero tocó la trompeta, y cayó sobre la tierra granizo y fuego mezclado con sangre; la tercera parte de la tierra quedó abrasada, la tercera parte de los árboles quedó abrasada y la tercera parte de la hierba verde quedó abrasada. (Apocalipsis 8, 7)

  • Cuando ella abrió el pozo del abismo, subió del pozo un humo como de un gran horno, de suerte que el sol y la atmósfera se oscurecieron; (Apocalipsis 9, 2)

  • Así vi a los caballos y a los jinetes: éstos tenían corazas de color de fuego, de jacinto y de azufre; los caballos tenían las cabezas como las de los leones, y de su boca salía fuego y azufre. (Apocalipsis 9, 17)

  • La tercera parte de los hombres fue exterminada por estas tres plagas, fuego, humo y azufre, que salían de las bocas de los caballos. (Apocalipsis 9, 18)

  • Después vi otro ángel vigoroso, que bajaba del cielo envuelto en una nube; sobre la cabeza tenía el arco iris; su rostro era como el sol, y sus piernas como columnas de fuego. (Apocalipsis 10, 1)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina