Talált 15 Eredmények: hablaron

  • Entonces Jamor y su hijo Siquén fueron a la puerta de la ciudad y hablaron así a sus ciudadanos. (Génesis 34, 20)

  • Se acercaron al mayordomo de José y le hablaron así a la entrada de la casa. (Génesis 43, 19)

  • ellos, los que hablaron al Faraón, rey de Egipto, para sacar de Egipto a los israelitas: Moisés y Aarón. (Exodo 6, 27)

  • Moisés tenía ochenta años y Aarón ochenta y tres cuando hablaron al Faraón. (Exodo 7, 7)

  • Moisés y el sacerdote Eleazar les hablaron en los Llanos de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó, diciendo: (Números 26, 3)

  • La noticia agradó a los israelitas y bendijeron a Dios; no hablaron más de ir contra ellos para hacerles la guerra y devastar la tierra en que vivían los de Rubén y los de Gad. (Josué 22, 33)

  • Los hermanos de su madre hablaron de él a todos los nobles de Siquén, conforme a aquellas palabras, y se pusieron de parte de Abimelec, porque decían: "Es nuestro hermano". (Jueces 9, 3)

  • El resto de la historia de Manasés, la oración que hizo a su Dios y las palabras de los profetas que le hablaron en nombre del Señor, Dios de Israel, están escritos en las crónicas de los reyes de Israel. (II Crónicas 33, 18)

  • hablaron contra él y se dijeron: ¿No será Dios capaz de aderezar una mesa en el desierto? (Salmos 78, 19)

  • Sus padres hablaron así por miedo a los judíos, que habían decidido expulsar de la sinagoga al que reconociera que Jesús era el mesías. (Juan 9, 22)

  • Todos los profetas que hablaron, a partir de Samuel, anunciaron estos días. (Hechos 3, 24)

  • En Iconio entraron también en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal modo que muchos judíos y paganos abrazaron la fe. (Hechos 14, 1)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina