Talált 1947 Eredmények: ese

  • Por más que ya las sepáis y estéis incluso afianzados en la presente verdad, nunca cesaré de recordaros estas cosas, (II Pedro 1, 12)

  • Pero me esforzaré para que en todo tiempo, después de mi partida, podáis tener presentes estas cosas. (II Pedro 1, 15)

  • no perdonó al mundo antiguo, sino que, reservándose sólo ocho personas, entre las cuales Noé, como heraldo de justicia, desencadenó el diluvio sobre el mundo de los que practicaban la injusticia; (II Pedro 2, 5)

  • condenó a la destrucción y redujo a cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorra para que sirviesen de ejemplo a todos los que en el futuro practicaran la injusticia, (II Pedro 2, 6)

  • y libró al justo Lot, entristecido ante la conducta lujuriosa de aquellos hombres desenfrenados ( (II Pedro 2, 7)

  • El Señor sabe librar a los piadosos de la tentación y reservar a los criminales para ser castigados el día del juicio, (II Pedro 2, 9)

  • especialmente los que siguen los deseos impuros de la carne y desprecian la autoridad del Señor. Atrevidos y arrogantes, no tienen miedo en blasfemar contra los seres gloriosos, (II Pedro 2, 10)

  • cuando los mismos ángeles, aun siendo superiores en fuerza y en poder, no se atreven a pronunciar contra ellos ninguna injuria en presencia del Señor. (II Pedro 2, 11)

  • ése será el pago merecido por su injusticia; encuentran su felicidad en el placer de un día; hombres corrompidos e inmundos, se gozan en sus engaños mientras banquetean con vosotros; (II Pedro 2, 13)

  • Con sus discursos pomposos y vacíos despiertan los deseos carnales y el desenfreno de aquellos que apenas habían logrado escapar de los que viven en el error. (II Pedro 2, 18)

  • En cambio, la misma palabra de Dios tiene reservados y guardados los cielos y la tierra actuales para el día del juicio y de la perdición de los malhechores. (II Pedro 3, 7)

  • Por lo cual, queridos hermanos, en espera de todas estas cosas, esforzaos por encontraros sin mancha, sin culpa y en paz en presencia del Señor. (II Pedro 3, 14)


“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina