Talált 101 Eredmények: embargo

  • Sin embargo, has obrado con nosotros, Señor Dios nuestro, según toda tu bondad y tu gran misericordia, (Baruc 2, 27)

  • Sin embargo, dejaré un resto de vosotros, los que hayan escapado a la espada, que dispersaré entre las naciones. (Ezequiel 6, 8)

  • Sin embargo, todavía preservaré a algunos de ellos de la espada, del hambre y de la peste, para que cuenten entre las gentes donde sean dispersados todas las nefastas acciones que cometieron. Y sabrán que yo soy el Señor". (Ezequiel 12, 16)

  • dejaré, sin embargo, supervivientes que pondrán a salvo hijos e hijas. Y vendrán donde vosotros, para que conozcáis su conducta y sus obras y os consoléis de los males que yo he mandado contra Jerusalén, de todo lo que he desencadenado contra ella. (Ezequiel 14, 22)

  • Sin embargo, cambié otra vez de propósito en honor a mi nombre para que no fuese vilipendiado ante las gentes, en cuya presencia los había hecho salir. (Ezequiel 20, 14)

  • Sabed, sin embargo, que no hago esto por consideración a vosotros, dice el Señor Dios. ¡Avergonzaos, más bien, y abochornaos de vuestra conducta, oh casa de Israel! (Ezequiel 36, 32)

  • Sin embargo, sus marismas y sus lagunas no serán saneadas; serán abandonadas a la sal. (Ezequiel 47, 11)

  • Sin embargo, éste dijo a Daniel: "Temo que el rey, mi señor, que ha asignado vuestra comida y vuestra bebida, os encuentre más flacos que los jóvenes de vuestra edad, y así seáis la causa de que el rey me condene a muerte". (Daniel 1, 10)

  • Sin embargo, algunos caldeos se presentaron a acusar a los judíos. (Daniel 3, 8)

  • Sin embargo, te comunicaré lo que está consignado en el libro de la verdad. Nadie me presta ayuda contra ellos, excepto Miguel, vuestro príncipe". (Daniel 10, 21)

  • Sin embargo, que nadie acuse ni reproche a otro, pues sólo contra ti, sacerdote, he entablado mi pleito. (Oseas 4, 4)

  • Sin embargo, yo, el Señor, soy tu Dios desde el país de Egipto; no conoces otro Dios más que yo, no hay salvador fuera de mí. (Oseas 13, 4)


“Uma só coisa é necessária: estar perto de Jesus”. São Padre Pio de Pietrelcina