Talált 378 Eredmények: dicho

  • El Señor te llevará de nuevo a Egipto por el camino del que yo te había dicho: No lo volverás a ver más. Allí os ofreceréis a vuestros enemigos en venta como esclavos y no encontraréis comprador. (Deuteronomio 28, 68)

  • "Yo tengo ciento veinte años, ya no puedo andar de un lado para otro; además, el Señor me ha dicho que no cruzaré el Jordán. (Deuteronomio 31, 2)

  • Es el Señor, tu Dios, quien lo pasará delante de ti; es él quien destruirá estas naciones para que tú ocupes su territorio. Será Josué el que irá a tu cabeza, como te ha dicho el Señor. (Deuteronomio 31, 3)

  • Josué conquistó toda la tierra, como el Señor le había dicho a Moisés, y la repartió en heredad entre las tribus de Israel. Y el país gozó de paz. (Josué 11, 23)

  • Sólo a la tribu de Leví no se le dio heredad; el Señor, Dios de Israel, fue su heredad, como él se lo había dicho. (Josué 13, 14)

  • Moisés no dio heredad alguna a la tribu de Leví, porque el Señor, Dios de Israel, es su heredad, según él les había dicho. (Josué 13, 33)

  • En todas sus expediciones, la mano del Señor pesaba sobre ellos para hacerles mal, como el mismo Señor se lo había dicho y jurado. (Jueces 2, 15)

  • Gedeón dijo a Dios: "Si de verdad quieres salvar a Israel por mi mano, como has dicho, (Jueces 6, 36)

  • mira, voy a poner un vellón de lana al sereno; si el rocío se posa solamente sobre el vellón estando seco todo el suelo, entonces sabré que librarás a Israel por mi mano, como has dicho". (Jueces 6, 37)

  • Jefté partió con ellos, y el pueblo lo eligió como jefe y caudillo. Y Jefté repitió en Mispá, ante el Señor, lo que antes había dicho. (Jueces 11, 11)

  • El ángel del Señor le respondió: "Que la mujer haga todo lo que le he dicho: (Jueces 13, 13)

  • Dalila comprendió entonces que le había dicho la verdad. Y mandó llamar a los jefes de los filisteos, diciendo: "Subid, porque esta vez me ha dicho la verdad". Y los jefes de los filisteos fueron con el dinero en la mano. (Jueces 16, 18)


“A prática das bem-aventuranças não requer atos de heroísmo, mas a aceitação simples e humilde das várias provações pelas quais a pessoa passa.” São Padre Pio de Pietrelcina