Talált 40 Eredmények: corriendo

  • Oh Dios, no te quedes lejos; Dios mío, ven corriendo a socorrerme. (Salmos 71, 12)

  • Salmo de David Señor, te estoy llamando, ven corriendo, escucha mi voz cuando te llamo; (Salmos 141, 1)

  • Durante cuarenta días se vieron en toda la ciudad carreras de jinetes corriendo por el aire, con vestiduras de oro, armados de lanzas y formados en escuadrones, (II Macabeos 5, 2)

  • No había muerto todavía y, encendido en valor, se levantó a pesar de la sangre que perdía por todas partes, pasó corriendo a través de los soldados, (II Macabeos 14, 45)

  • Si te agotas corriendo con los de a pie, ¿cómo podrás competir con los de caballería? Si no estás seguro en un país tranquilo, ¿qué harás en la espesura del Jordán? (Jeremías 12, 5)

  • En cuanto salieron las doncellas, los dos viejos se levantaron, fueron corriendo donde ella (Daniel 13, 19)

  • Dos o tres ciudades iban corriendo a otra para beber agua, y no apagaban la sed; ¡y no habéis vuelto a mí!, dice el Señor. (Amós 4, 8)

  • En aquel momento uno de ellos fue corriendo a buscar una esponja, la empapó en vinagre, la puso en una caña y le dio de beber. (Mateo 27, 48)

  • Uno fue corriendo a buscar una esponja, la empapó en vinagre, la puso en una caña y le dio a beber, diciendo: "Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo". (Marcos 15, 36)

  • Se puso en camino y fue a casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y, conmovido, fue corriendo, se echó al cuello de su hijo y lo cubrió de besos. (Lucas 15, 20)

  • Pero Pedro se levantó y se fue corriendo al sepulcro; se asomó, y sólo vio los lienzos; y regresó a casa maravillado de lo ocurrido. (Lucas 24, 12)

  • Entonces fue corriendo a decírselo a Simón Pedro y al otro discípulo preferido de Jesús; les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto". (Juan 20, 2)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina