Talált 709 Eredmények: corazón
escucha tú en el cielo, el lugar de tu morada, y perdona; da a cada uno según su conducta, pues sólo tú conoces el corazón de todos los hombres; (II Crónicas 6, 30)
si se convierten a ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de su cautividad, a la que han sido deportados; si rezan, vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia el templo que yo he construido a tu nombre, (II Crónicas 6, 38)
Yo he elegido y consagrado este templo para que resida en él mi nombre por siempre y para que en él estén siempre fijos mis ojos y mi corazón. (II Crónicas 7, 16)
Obró mal, pues su corazón estuvo alejado del Señor. (II Crónicas 12, 14)
Se comprometieron con un pacto a buscar al Señor, Dios de sus padres, con todo su corazón y toda su alma. (II Crónicas 15, 12)
Todo Judá estaba contento por el juramento que acababan de hacer con todo el corazón; con toda su buena voluntad habían buscado al Señor, y él se había dejado encontrar por ellos, y les había concedido la paz en todas sus fronteras. (II Crónicas 15, 15)
Pues los ojos del Señor recorren toda la tierra para sostener a cuantos le sirven de todo corazón. Tú has obrado como un insensato, por lo cual a partir de ahora vivirás en guerra". (II Crónicas 16, 9)
No obstante, algo bueno hay en ti, pues has destruido las imágenes de Aserá y buscas a Dios de corazón". (II Crónicas 19, 3)
Sin embargo, las colinas no desaparecieron, y el pueblo continuó sin orientar su corazón hacia el Señor, el Dios de sus padres. (II Crónicas 20, 33)
Mandó buscar a Ocozías, que fue alcanzado cuando iba a esconderse a Samaría. Se lo llevaron a Jehú, que lo mandó matar. Le dieron sepultura, pues se dijeron: "Es hijo de Josafat, que buscó al Señor con todo su corazón". En la casa de Ocozías no quedó nadie que fuera capaz de reinar. (II Crónicas 22, 9)
Hizo lo que es justo a los ojos del Señor, pero no con entero corazón. (II Crónicas 25, 2)
a los que buscan de todo corazón a Dios, el Señor, el Dios de sus padres, aun cuando no tengan la pureza necesaria para las cosas sagradas". (II Crónicas 30, 19)