Talált 28 Eredmények: ardor

  • He mirado: la campiña era un desierto, todas las ciudades destruidas por el Señor, por el ardor de su cólera. (Jeremías 4, 26)

  • Quedan desoladas las tranquilas praderías ante el ardor de la ira del Señor. (Jeremías 25, 37)

  • El león ha abandonado su guarida, su tierra se ha convertido en un desierto ante la espada destructora, ante el ardor de la ira del Señor. (Jeremías 25, 38)

  • Sal de en medio de ella, pueblo mío, y sálvese quien pueda del ardor de la ira del Señor. (Jeremías 51, 45)

  • Ha despedazado en el ardor de su ira todo el poder de Israel; ha retirado atrás su diestra, al acercarse al enemigo; ha encendido contra Jacob un fuego que todo lo devora. (Lamentaciones 2, 3)

  • Ha destrozado su recinto semejante a un jardín, ha derruido el lugar de su reunión. El Señor ha hecho olvidar en Sión fiestas y sábados; ha desechado, en el ardor de su ira, a rey y sacerdotes. (Lamentaciones 2, 6)

  • El Señor ha desahogado su furor, el ardor de su ira ha descargado; un fuego ha encendido en Sión, que la ha devorado hasta sus cimientos. (Lamentaciones 4, 11)

  • Nuestra piel abrasa como un horno, por el ardor del hambre. (Lamentaciones 5, 10)

  • y si vuestro pensamiento sólo fue apartaros de Dios, volved ahora y buscadle con ardor diez veces mayor. (Baruc 4, 28)

  • Desahogaré mi ira, saciaré en ellos mi furor y me vengaré. Entonces sabrán que yo soy el Señor, que yo he hablado en el ardor de mi cólera, cuando desahogue en ellos mi furor. (Ezequiel 5, 13)

  • Por tanto, esto dice el Señor Dios: En mi cólera desencadenaré un viento impetuoso, lluvia a torrentes caerá en mi furor, granizos sin cuento en el ardor de la destrucción. (Ezequiel 13, 13)

  • Esto dice el Señor Dios: Lo juro en el ardor de mi cólera; a los restos de las naciones, a Edón entero me dirijo, a los que se han atribuido la posesión de mi tierra, con la alegría en el corazón y el desprecio en el alma para saquearla y expoliarla. (Ezequiel 36, 5)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina