Talált 2073 Eredmények: Ven

  • Llegó a casa del Faraón la noticia de que habían venido los hermanos de José, y el Faraón y sus servidores se alegraron. (Génesis 45, 16)

  • Tú tienes autoridad para ordenar: Haced esto: tomad de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y mujeres, tomad a vuestro padre y venid. (Génesis 45, 19)

  • José dijo a sus hermanos: "Voy a comunicárselo al Faraón y a decirle: Mis hermanos y la familia de mi padre, que estaban en Canaán, han venido aquí. (Génesis 46, 31)

  • responderéis: Tus siervos se han ocupado de ganado desde su juventud hasta ahora, como antes nuestros padres. Así podréis quedaros a vivir en la región de Gosen, porque los egipcios detestan a los pastores". (Génesis 46, 34)

  • José fue a comunicárselo al Faraón: "Mi padre y mis hermanos han venido de Canaán con sus rebaños y ganados y con todo cuanto tienen y están ya en la región de Gosen". (Génesis 47, 1)

  • Y añadieron: "Hemos venido a habitar en este país porque en Canaán no hay pastos para los ganados de tus siervos y el hambre se ha agravado; permite que tus siervos habiten en la región de Gosen". (Génesis 47, 4)

  • El Faraón dijo a José: "Tu padre y tus hermanos han venido junto a ti; (Génesis 47, 5)

  • José compró así en nombre del Faraón todas las tierras de Egipto, pues los egipcios, oprimidos por el hambre, le vendieron cada uno sus fincas. (Génesis 47, 20)

  • Solamente dejó de comprar las tierras de los sacerdotes, porque ellos tenían una asignación del Faraón y vivían del rédito que éste les daba; por eso no vendieron sus tierras. (Génesis 47, 22)

  • Jacob llamó a sus hijos y les dijo: "Reuníos, que os voy a decir lo que será de vosotros en los días venideros. (Génesis 49, 1)

  • El cetro no será arrebatado de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos obedecerán. (Génesis 49, 10)

  • Luego dijo a sus hermanos: "Yo voy a morir, pero Dios vendrá ciertamente en vuestra ayuda y os hará subir de esta tierra a la tierra que él prometió a Abrahán, Isaac y Jacob". (Génesis 50, 24)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina