Talált 25 Eredmények: Vacío

  • Donde no hay bueyes el granero está vacío, cosecha abundante con toros robustos. (Proverbios 14, 4)

  • El hombre inteligente tiene sus ojos puestos en la sabiduría, pero las miradas del necio se pierden en el vacío. (Proverbios 17, 24)

  • En ruinas está la ciudad del vacío, cerrada la entrada en toda casa. (Isaías 24, 10)

  • Como el hambriento que sueña que come, pero despierta con el estómago vacío; o como el sediento que sueña estar bebiendo, y se despierta extenuado por la sed, con las fauces secas; así le ocurrirá a la multitud de las naciones que luchan contra el monte Sión. (Isaías 29, 8)

  • El apoyo de Egipto será vano y vacío; por eso yo le llamo el monstruo perezoso. (Isaías 30, 7)

  • Pues el necio necedades habla, y su corazón medita iniquidad para cometer perversidades y hablar mal del Señor, para dejar vacío el vientre del hambriento y privar al sediento de bebida. (Isaías 32, 6)

  • Será morada de pelícanos y erizos, mansión de cuervos y lechuzas; el Señor tirará sobre ella la cuerda del caos y la plomada del vacío. (Isaías 34, 11)

  • Nada son todos los pueblos ante él, los considera como el vacío y la nada. (Isaías 40, 17)

  • Todos juntos son nada, nulidad son sus obras, aire y vacío sus ídolos. (Isaías 41, 29)

  • No he hablado en secreto, en un rincón tenebroso de la tierra; no he dicho a la raza de Jacob: ¡Buscadme en el vacío! Yo, el Señor, predico la justicia y anuncio el derecho. (Isaías 45, 19)

  • Pues ved que yo suscito y lanzo contra Babilonia una coalición de grandes pueblos, que llegan del norte. Caerán sobre ella, y por allí será conquistada. Sus flechas, como de expertos guerreros, no caerán en el vacío. (Jeremías 50, 9)

  • Me ha devorado, me ha consumido Nabucodonosor, rey de Babilonia; me ha dejado como un plato vacío, me ha tragado lo mismo que un dragón, ha llenado su vientre con mis mejores trozos. (Jeremías 51, 34)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina