Talált 27 Eredmények: Tobit

  • Historia de Tobit, hijo de Tobiel, hijo de Ananiel, hijo de Aduel, hijo de Gabael, descendientes de Asiel, de la tribu de Neftalí, (Tobías 1, 1)

  • Yo, Tobit, he seguido los caminos de la verdad y de la justicia todos los días de mi vida, dando muchas limosnas a mis hermanos de raza que fueron deportados conmigo a Nínive, en Asiria. (Tobías 1, 3)

  • y envió a Rafael para curarlos; a Tobit, de las manchas blancas de sus ojos, para que volviese a ver la luz del cielo, y a Sara, hija de Ragüel, para darla por esposa a Tobías, hijo de Tobit, librándola del maligno demonio Asmodeo, pues correspondía a Tobías casarse con ella con preferencia a todos los demás pretendientes. Al mismo tiempo que Tobit volvía del patio de su casa, Sara, hija de Ragüel, bajaba del piso superior. (Tobías 3, 17)

  • Entonces Tobit se acordó del dinero que había entregado en depósito a Gabael de Ragués, en Media. (Tobías 4, 1)

  • Tobit le respondió: "Gabael y yo firmamos un contrato, y lo partimos por la mitad; cada uno se quedó con una parte, y yo le di la plata. Hace veinte años que hice este depósito. Busca, hijo mío, un hombre de confianza que te acompañe; le pagaremos el sueldo hasta la vuelta; pero recupera la plata". (Tobías 5, 3)

  • Tobías salió y le dijo: "Joven, mi padre te llama". El ángel entró, Tobit lo saludó, y él respondió: "¡Que seas siempre feliz!". Pero Tobit añadió: "¿Qué felicidad puedo yo esperar? Estoy ciego; no puedo ver la luz del cielo; vivo en tinieblas, como los muertos que no pueden ver la luz. Soy un vivo entre los muertos. Oigo la voz de los hombres, pero no los veo". El ángel le respondió: "¡Ánimo! Pronto te curará Dios. ¡Ánimo!". Tobit le dijo: "Mi hijo quiere ir a Media; ¿puedes tú acompañarle y guiarle? Te daré lo que sea, hermano". "Sí, puedo acompañarle -respondió el ángel-. Conozco todos los caminos; he ido frecuentemente a Media, he atravesado las llanuras y las montañas y conozco todos sus senderos". (Tobías 5, 10)

  • Tobit preguntó: "¿De qué familia y tribu eres, hermano?". Él respondió: (Tobías 5, 11)

  • "No necesitas saberlo". Tobit dijo: "Quisiera saber con exactitud quién eres y cómo te llamas". (Tobías 5, 12)

  • Tobit exclamó: "¡Dios te conserve sano y salvo, hermano! No te molestes si he querido conocer la verdad acerca de tu familia. Eres de nuestros hermanos, de buena y noble alcurnia. Conozco a Ananías y a Natán, los dos hijos del gran Semayas. Íbamos juntos a Jerusalén, juntos rezábamos allí, y nunca se han descarriado. Tus hermanos son buenos, tu familia es noble. ¡Bienvenido seas!". Y (Tobías 5, 14)

  • Le respondió: "De acuerdo. Le acompañaré. No temas. Sanos y salvos partimos, y sanos y salvos volveremos, pues el camino es seguro". Tobit le dijo: "Buen viaje, hermano". Y a su hijo: "Prepara, hijo mío, todo lo necesario para el viaje y parte con tu hermano. Que el Dios del cielo os guarde y os traiga de nuevo sanos y salvos. Que su ángel os acompañe y os proteja en el camino, hijo mío". Antes de partir, Tobías besó a sus padres. Tobit le dijo: "¡Buen viaje!". (Tobías 5, 17)

  • La madre lloraba y decía a Tobit: "¿Por qué has dejado marchar a mi hijo? ¿No era él nuestro apoyo y el que nos acompañaba siempre? (Tobías 5, 18)

  • Dijo a Edna, su mujer: "¡Cómo se parece este joven a mi pariente Tobit!". (Tobías 7, 2)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina