Talált 109 Eredmények: Pez
El joven abrió el pez y extrajo el corazón y el hígado. Asó parte del pez y tiró el resto. (Tobías 6, 5)
Tobías preguntó al ángel: "Hermano Azarías, ¿para qué sirve la medicina que hay en el corazón, en el hígado y en la hiel del pez?". (Tobías 6, 7)
Le respondió: "El corazón y el hígado del pez se queman delante de un hombre o mujer atormentados por el demonio o por un espíritu maligno, y el tormento desaparece para siempre. (Tobías 6, 8)
Cuando entres en la habitación matrimonial, toma un trozo del hígado y del corazón del pez y échalos en el brasero del incienso. Dará olor y, en cuanto huela, el demonio huirá para no volver más. (Tobías 6, 17)
Tobías recordó entonces las palabras de Rafael. Sacó de su talega el hígado y el corazón del pez y los echó en el brasero del incienso. (Tobías 8, 2)
El olor del pez se esparció por la habitación y el demonio huyó al alto Egipto, adonde fue Rafael y lo ató, dejándolo inmóvil. (Tobías 8, 3)
Unta sus ojos con la hiel del pez; al escocerle, se frotará y desaparecerán las manchas blancas. Tu padre recobrará la vista y verá la luz". (Tobías 11, 8)
Tobit también se levantó y, tropezando, pudo llegar a la puerta del patio. (Tobías 11, 10)
Tobías fue a su encuentro con la hiel del pez en la mano; le sopló en los ojos, lo abrazó y le dijo: "Ánimo, padre". Después le aplicó el remedio, que le provocó escozor. (Tobías 11, 11)
Empezó a hablar así: (Job 3, 2)
He hablado una vez..., no volveré a empezar; dos veces..., ¡ya nada añadiré! (Job 40, 5)
esto le agradará a Dios más que un toro, más que un novillo con cuernos y pezuñas. (Salmos 69, 32)