Talált 53 Eredmények: Perdido

  • el corazón me palpita, las fuerzas me abandonan, hasta la luz de mis ojos he perdido. (Salmos 38, 11)

  • El ultraje quebró mi corazón, estoy perdido, esperé compasión, pero fue en vano, consoladores, y no encontré ni uno. (Salmos 69, 21)

  • Menelao, viéndose perdido, prometió mucho dinero a Tolomeo, hijo de Dorimeno, para que le ganara el favor del rey. (II Macabeos 4, 45)

  • En las tinieblas viene y en las tinieblas se va; también su nombre queda perdido en las tinieblas. (Eclesiastés 6, 4)

  • ¡Ay de vosotros los que habéis perdido la paciencia! ¿Qué haréis cuando el Señor venga a visitaros? (Eclesiástico 2, 14)

  • Porque la presunción ha perdido a muchos, y una pretensión perversa ha pervertido su inteligencia. (Eclesiástico 3, 24)

  • No prestes a hombre más fuerte que tú; si prestaste, dalo por perdido. (Eclesiástico 8, 12)

  • Así piensa el hombre que ha perdido el juicio; el insensato y el extraviado sólo piensan locuras. (Eclesiástico 16, 23)

  • La fianza ha perdido a gentes bien situadas y los ha zarandeado como mar tormentoso. (Eclesiástico 29, 17)

  • Recrea el ánimo, alegra el corazón y echa de ti la tristeza, porque la tristeza ha perdido a muchos y no hay en ella utilidad. (Eclesiástico 30, 23)

  • ¡Oh muerte, bienvenida es tu sentencia para el hombre indigente y falto de fuerzas; para el cargado de años y cuidados, que se rebela y ha perdido toda esperanza! (Eclesiástico 41, 2)

  • Yo exclamé: ¡Ay de mí, estoy perdido, pues soy hombre de labios impuros; vivo entre un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al rey, al Señor todopoderoso. (Isaías 6, 5)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina