Talált 29 Eredmények: Patria

  • Se inclinó hacia él, y burlándose del cruel tirano, dijo en lengua patria: "Hijo mío, ten compasión de mí, que durante nueve meses te llevé en mi seno, y te he amamantado durante tres años y te he alimentado y te he criado y educado hasta la edad que ahora tienes. (II Macabeos 7, 27)

  • Con estas palabras les infundió valor, los dispuso a morir por la patria y sus leyes y dividió el ejército en cuatro alas. (II Macabeos 8, 21)

  • Luego, entonando un canto de guerra en lengua patria, se lanzó de improviso contra las tropas de Gorgias y las puso en fuga. (II Macabeos 12, 37)

  • A ellos se unió Menelao, que adulaba hipócritamente a Antíoco, no para salvar a la patria, sino con la esperanza de ser repuesto en el poder. (II Macabeos 13, 3)

  • Judas, al saberlo, mandó al pueblo que invocara a Dios día y noche, para que, como siempre, también ahora viniera en ayuda de los que temían verse privados de la ley, de la patria y del templo, (II Macabeos 13, 10)

  • Lo puso todo en manos de Dios y exhortó a sus tropas a luchar heroicamente hasta la muerte por las leyes, por el templo y la ciudad, por la patria y las instituciones de los mayores. (II Macabeos 13, 14)

  • A pesar de esto, Nicanor, conociendo el valor de los de Judas y el entusiasmo con que luchaban por la patria, no quiso aventurarse a ponerlo todo a prueba de sangre. (II Macabeos 14, 18)

  • Estalló entonces un gran clamor y alarido, bendiciendo al todopoderoso en su lengua patria. (II Macabeos 15, 29)

  • Los pueblos los acogerán y los harán llegar a su patria, y la casa de Israel los tomará como esclavos y esclavas en la tierra del Señor. Harán cautivos a los que les habían hecho cautivos a ellos, y dominarán a sus opresores. (Isaías 14, 2)

  • Sí, un lamento llega de Sión: ¡Ah, en qué desastre estamos! ¡Qué vergüenza nos cubre! ¡Tener que abandonar la patria y dejar nuestra casa! (Jeremías 9, 18)

  • ha vacilado y ya está en tierra! Unos a otros se dicen: "¡En pie! Volvamos a nuestro pueblo, a nuestra patria, lejos de la espada que devora". (Jeremías 46, 16)

  • Y haré fuerte a la casa de Judá y victoriosa a la casa de José. Les haré retornar a la patria, siento compasión por ellos; serán como si no los hubiese nunca rechazado. (Zacarías 10, 6)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina