Talált 1075 Eredmények: Lia
Dos hombres, de improviso, se pusieron a hablar con él. Eran Moisés y Elías, (Lucas 9, 30)
Cuando éstos se alejaban de Jesús, Pedro dijo: "Maestro, ¡qué bien se está aquí! Hagamos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". No sabía lo que decía. (Lucas 9, 33)
Un tercero dijo a Jesús: "Yo te seguiré, Señor, pero permíteme que me despida antes de mi familia". (Lucas 9, 61)
No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; no saludéis a nadie por el camino. (Lucas 10, 4)
Y se dijo: Destruiré mis graneros, los ampliaré y meteré en ellos todas mis cosechas y mis bienes. (Lucas 12, 18)
Pero el padre dijo a sus criados: Sacad inmediatamente el traje mejor y ponédselo; poned un anillo en su mano y sandalias en sus pies. (Lucas 15, 22)
Por el día enseñaba en el templo y las noches salía a pasarlas en el monte de los Olivos. (Lucas 21, 37)
Y de la misma manera el cáliz, después de la cena, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre, que es derramada por vosotros. (Lucas 22, 20)
Después les dijo: "Cuando os envié sin bolsa, sin alforjas y sin sandalias, ¿os faltó algo?". Ellos contestaron: "Nada". (Lucas 22, 35)
"Entonces, ¿qué?; ¿eres Elías?". Y dijo: "No lo soy". "¿Eres el profeta?". Respondió: "No". (Juan 1, 21)
Éstos le preguntaron: "Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el mesías, ni Elías, ni el profeta?". (Juan 1, 25)
viene después de mí, pero yo no soy digno de desatar la correa de sus sandalias". (Juan 1, 27)