Talált 2315 Eredmények: Ira

  • Os digo esto para vuestro bien, no para tenderos un lazo, sino mirando a lo más perfecto y a lo que os unirá enteramente con el Señor. (I Corintios 7, 35)

  • No os ha llegado ninguna prueba insuperable. Dios es fiel y no permitirá que seáis sometidos a pruebas superiores a vuestras fuerzas; ante la prueba os dará fuerza para superarla. (I Corintios 10, 13)

  • Buscad el amor; aspirad a los dones espirituales, pero sobre todo al don de profecía. (I Corintios 14, 1)

  • Porque si tú bendices con el espíritu, ¿cómo dirá "amén" a tu acción de gracias quien asiste como simple fiel si no entiende lo que dices? (I Corintios 14, 16)

  • Supongamos que se reúne toda la iglesia y que todos hablan en lenguas extrañas; si entra un simple fiel o un incrédulo, ¿no dirán que estáis locos? (I Corintios 14, 23)

  • Y como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo. (I Corintios 15, 22)

  • Si luché con las fieras en Éfeso con miras humanas, ¿de qué me sirvió? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos. (I Corintios 15, 32)

  • Cuando esto corruptible se vista de incorruptibilidad y esto mortal de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que dice la Escritura: La muerte ha sido destruida por la victoria. (I Corintios 15, 54)

  • En cuanto al hermano Apolo, le insistí en que fuera con los hermanos a veros, pero ahora no ha querido ir en modo alguno; irá cuando se le presente una buena oportunidad. (I Corintios 16, 12)

  • Él es quien nos libró de aquel peligro mortal y nos seguirá librando. Esperamos que lo siga haciendo en adelante (II Corintios 1, 10)

  • Y si el ministerio de muerte, grabado en letras sobre piedras, fue glorioso hasta el punto que los israelitas no podían mirar fijamente al rostro de Moisés a causa del resplandor, que era pasajero, (II Corintios 3, 7)

  • para los que no miramos las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las visibles son temporales, las invisibles eternas. (II Corintios 4, 18)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina