Talált 26 Eredmények: Irán
Magdiel, Irán. Tales fueron los jefes de tribu de Edón por lugares en el país ocupado por ellos. Éste es Esaú, padre de Edón. (Génesis 36, 43)
pero tus siervos, aptos para la guerra, irán a las órdenes del Señor para combatir tal como nos lo has mandado". (Números 32, 27)
irán los ancianos y los jueces y medirán las distancias entre la víctima y las ciudades de alrededor (Deuteronomio 21, 2)
Cuando los haya llevado a la tierra que prometí con juramento a sus padres, tierra que mana leche y miel; cuando hayan comido hasta saciarse y hayan engordado, luego se irán tras otros dioses, a los que servirán despreciándome a mí y violando mi alianza. (Deuteronomio 31, 20)
uno de cada diez hombres de todas las tribus de Israel se encargará de conseguir víveres para el ejército; los demás irán a dar su merecido a Guibeá de Benjamín por la infamia que han cometido en Israel". (Jueces 20, 10)
Magdiel e Irán. Tales fueron los jefes de Edón. (I Crónicas 1, 54)
Todos los israelitas que se salven entonces y que se acuerden de verdad de Dios se juntarán, irán a Jerusalén y habitarán con seguridad para siempre en la tierra de Abrahán, que se les entregará de nuevo. Los que aman a Dios de verdad se alegrarán, mientras que los pecadores y los injustos desaparecerán de la tierra. (Tobías 14, 7)
Ellos entonces empuñarán sus armas e irán al campo a despertar a los generales del ejército asirio, que se presentarán en la tienda de Holofernes, pero no lo encontrarán. Entonces cundirá el pánico y huirán ante vuestra presencia. (Judit 14, 3)
Al abrir él sus manos se alegra, pero los pecadores irán a la ruina. (Eclesiástico 40, 14)
Aquel día habrá una carretera de Egipto a Asiria; los asirios irán a Egipto y los egipcios a Asiria, y Egipto y Asiria servirán al Señor. (Isaías 19, 23)
te enrollará fuerte en ovillo-, como una pelota en un terreno amplio. Allí morirás, allí irán a parar los carros de tu orgullo, oh tú, vergüenza de la casa de tu señor. (Isaías 22, 18)
Habrá allí un camino allanado, se le llamará la vía santa; ningún impuro pasará por él, ni a él irán a parar los insensatos. (Isaías 35, 8)