Talált 474 Eredmények: Gran Ramera

  • Moisés dijo a Aarón: "¿Qué te ha hecho este pueblo para que hayas acarreado sobre él tan gran pecado?". (Exodo 32, 21)

  • Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: "Habéis cometido un gran pecado. Sin embargo, yo voy a subir al Señor; quizá alcance perdón para vuestro pecado". (Exodo 32, 30)

  • Moisés volvió al Señor y dijo: "¡Ay! Este pueblo ha cometido un gran pecado. Se han fabricado un dios de oro. (Exodo 32, 31)

  • Todavía tenían la carne entre los dientes, sin haberla aún acabado, cuando el Señor montó en cólera contra el pueblo y lo hirió con una gran plaga. (Números 11, 33)

  • Y desacreditaban entre los israelitas la tierra que habían explorado, diciendo: "La tierra que hemos recorrido y explorado es una tierra que devora a sus habitantes. Los hombres que hemos visto son de gran estatura. (Números 13, 32)

  • Perdona, pues, el pecado de este pueblo según tu gran misericordia, como desde Egipto hasta aquí lo has perdonado". (Números 14, 19)

  • Moisés, preso de gran indignación, dijo al Señor: "No hagas caso de su ofrenda. Ni un asno he tomado yo de ellos; a ninguno de ellos he perjudicado". (Números 16, 15)

  • Partieron de Rameses el día quince del primer mes. Al día siguiente de la pascua, los israelitas salieron con gran poder, a la vista de todo Egipto. (Números 33, 3)

  • Guardadlos y ponedlos por obra, pues ello os hará sabios y sensatos ante los pueblos. Cuando éstos tengan conocimiento de todas estas leyes exclamarán: No hay más que un pueblo sabio y sensato, que es esta gran nación. (Deuteronomio 4, 6)

  • Desde el cielo te habló para enseñarte, y sobre la tierra te ha hecho ver su gran fuego y, de en medio del fuego, has oído sus palabras. (Deuteronomio 4, 36)

  • ¿Por qué, pues, morir devorados por ese gran fuego, si seguimos oyendo la voz del Señor, nuestro Dios? (Deuteronomio 5, 25)

  • Guardad con gran cuidado los mandamientos del Señor, vuestro Dios, los preceptos y las leyes que él os da. (Deuteronomio 6, 17)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina