Talált 476 Eredmények: Gran Comisión

  • porque ha llegado el gran día de su ira, y ¿quién podrá resistir? (Apocalipsis 6, 17)

  • Después de esto vi aparecer una gran muchedumbre, que nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua. Estaban en pie delante del trono de Dios y delante del cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. (Apocalipsis 7, 9)

  • Yo le respondí: "Señor, tú lo sabes". Él me dijo: "Ésos son los supervivientes de la gran persecución, y han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del cordero. (Apocalipsis 7, 14)

  • El tercer ángel tocó la trompeta, cayó del cielo una gran estrella, ardiente como una llama; cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de las aguas. (Apocalipsis 8, 10)

  • Cuando ella abrió el pozo del abismo, subió del pozo un humo como de un gran horno, de suerte que el sol y la atmósfera se oscurecieron; (Apocalipsis 9, 2)

  • El gran ejército de caballería constaba de doscientos millones: yo oí su número. (Apocalipsis 9, 16)

  • Su cadáver quedará tendido en la plaza de la gran ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma y Egipto (donde también ha sido crucificado su Señor). (Apocalipsis 11, 8)

  • En aquel momento se produjo un gran terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, y en el cataclismo perecieron siete mil personas. Los supervivientes, llenos de terror, dieron gloria al Dios del cielo. (Apocalipsis 11, 13)

  • diciendo: Te damos gracias, Señor, Dios todopoderoso, el que es, el que era, porque has tomado posesión de tu gran poder y has entrado en tu reino. (Apocalipsis 11, 17)

  • Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. (Apocalipsis 12, 1)

  • Y fue precipitado a la tierra el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama "Diablo" y "Satanás", el seductor del mundo entero, y sus ángeles fueron precipitados con él. (Apocalipsis 12, 9)

  • Por eso, alegraos, oh cielos, y vosotros, los que habitáis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar, porque el diablo ha bajado hasta vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo! (Apocalipsis 12, 12)


“Invoquemos sempre o auxílio de Nossa Senhora.” São Padre Pio de Pietrelcina