Talált 2874 Eredmények: Asa
Fueron pasando los días, y la hija de Súa, la mujer de Judá, murió. Cuando terminó el duelo por ella, Judá subió con su amigo Jirá, el adulamita, al esquileo de su ganado a Timná. (Génesis 38, 12)
Entonces ella se quitó sus vestidos de viuda, se cubrió con un velo y, disfrazada, se sentó a la entrada de Enáyim, junto al camino de Timná, pues veía que Selá había crecido y no se había casado con ella. (Génesis 38, 14)
El Señor estaba con José y todo le salía bien; y se quedó en la casa de su dueño, el egipcio. (Génesis 39, 2)
José halló gracia a sus ojos, y así fue incorporado al servicio de su dueño, quien le hizo mayordomo de su casa, confiándole todo cuanto tenía. (Génesis 39, 4)
Desde el momento en que le puso al frente de su casa y de todo cuanto tenía, el Señor bendijo la casa del egipcio en consideración a José. La bendición del Señor alcanzó a todo cuanto poseía, tanto en la casa como en el campo. (Génesis 39, 5)
Pero José se negó y le dijo: "Conmigo mi señor no se preocupa de lo que pasa en la casa y me ha confiado todo lo que tiene. (Génesis 39, 8)
Ni él es más poderoso que yo en esta casa. Nada me ha prohibido más que a ti, puesto que tú eres su mujer. ¿Cómo podría yo cometer un mal tan grande y pecar contra Dios?". (Génesis 39, 9)
Un día entró José en la casa para sus quehaceres, y no había entonces en la casa ningún criado. (Génesis 39, 11)
Ella puso junto a sí el manto hasta que su marido volviera a casa. (Génesis 39, 16)
y los encarceló en casa del capitán de la guardia, en la cárcel donde José estaba detenido. (Génesis 40, 3)
les preguntó a los dos oficiales del Faraón, que estaban con él en prisión en la casa de su señor: "¿Por qué tenéis hoy esa cara tan triste?". (Génesis 40, 7)
Irritado el Faraón contra sus servidores, nos había metido en la cárcel, en casa del capitán de la guardia, a mí y al primer panadero. (Génesis 41, 10)