Talált 366 Eredmények: Altar
El sacerdote lo quemará sobre el altar. Es un alimento quemado, un perfume agradable. Las grasas pertenecen en su totalidad al Señor. (Levítico 3, 16)
pondrá parte de ella sobre los cuernos del altar de los perfumes, que está delante del Señor en la tienda de la reunión, y derramará toda la sangre restante del novillo al pie del altar de los holocaustos, que se encuentra a la entrada de la tienda de la reunión. (Levítico 4, 7)
de la misma manera que fue tomada en el novillo del sacrificio de reconciliación, y el sacerdote lo quemará sobre el altar de los holocaustos. (Levítico 4, 10)
pondrá parte de ella sobre los cuernos del altar que se encuentra delante del Señor en la tienda de la reunión, y derramará toda la sangre restante al pie del altar de los holocaustos, que está a la entrada de la tienda de la reunión. (Levítico 4, 18)
Tomará todas las grasas del novillo y las quemará sobre el altar; (Levítico 4, 19)
El sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la víctima, untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos y derramará toda la sangre restante al pie del mismo altar. (Levítico 4, 25)
Luego quemará todas las grasas sobre el altar, como había hecho con las grasas del sacrificio de reconciliación. El sacerdote hará el rito de absolución por el jefe, a quien se le perdonará el pecado. (Levítico 4, 26)
El sacerdote tomará con su dedo de la sangre, untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos y derramará toda la sangre restante al pie del altar. (Levítico 4, 30)
Arrancará luego todas las grasas, como se arrancan en el sacrificio de reconciliación, y el sacerdote las quemará sobre el altar en perfume agradable al Señor. El sacerdote hará el rito de absolución sobre este hombre, que alcanzará el perdón por su pecado. (Levítico 4, 31)
El sacerdote tomará con el dedo de la sangre del sacrificio por el pecado, untará con ella los cuernos del altar de los holocaustos y derramará toda la sangre restante al pie del altar. (Levítico 4, 34)
Arrancará luego todas las grasas, como se arrancan en el cordero del sacrificio de reconciliación, y el sacerdote las quemará en el altar sobre las ofrendas quemadas en honor del Señor. El sacerdote hará el rito de absolución sobre este hombre, que alcanzará el perdón de su pecado. (Levítico 4, 35)
con parte de su sangre rociará la pared del altar, y el resto lo exprimirá al pie de éste: es un sacrificio por el pecado. (Levítico 5, 9)
