Talált 33 Eredmények: Agrada

  • Así fueron rectificados los caminos de la tierra, los hombres aprendieron aquello que te agrada y se salvaron gracias a la sabiduría. (Sabiduría 9, 18)

  • Los que temen al Señor tratan de hacer lo que le agrada, los que lo aman se sacian de su ley. (Eclesiástico 2, 16)

  • El sabio se hace estimar por sus palabras, el prudente agrada a los grandes. (Eclesiástico 20, 27)

  • El que cultiva la tierra aumentará su cosecha, el que agrada a los grandes se hace perdonar la maldad. (Eclesiástico 20, 28)

  • Porque Ezequías hizo lo que agrada al Señor y siguió los pasos de su padre, David, como le había ordenado el profeta Isaías, el grande y fiel en sus visiones. (Eclesiástico 48, 22)

  • Porque esto dice el Señor: A los eunucos que guardan mis sábados, hacen lo que me agrada y se mantienen en mi alianza, (Isaías 56, 4)

  • ¿Es éste acaso el ayuno que me agrada, el día en que el hombre se mortifica? ¿Doblar como un junco la cabeza, acostarse en el saco y la ceniza? ¿A eso llamas ayuno, día agradable al Señor? (Isaías 58, 5)

  • ¿No sabéis cuál es el ayuno que me agrada? Abrir las prisiones injustas, soltar las coyundas del yugo, dejar libres a los oprimidos, romper todos los yugos; (Isaías 58, 6)

  • yo os destino a la espada, y todos sucumbiréis en la matanza; porque llamé y no respondisteis, hablé y no escuchasteis, hicisteis lo que es malo a mis ojos y elegisteis lo que a mí no me agrada. (Isaías 65, 12)

  • así yo también me recrearé en su desgracia y haré recaer sobre ellos lo que temen; porque he llamado y nadie ha respondido, he hablado y no han escuchado. Han hecho lo que es malo a mis ojos, han elegido lo que a mí no me agrada. (Isaías 66, 4)

  • quien quiera presumir, que presuma de esto: De tener inteligencia y conocerme, porque yo soy el Señor, que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra. Sí, esto es lo que me agrada -dice el Señor-. (Jeremías 9, 23)

  • Felices somos, Israel, pues podemos descubrir lo que agrada al Señor. (Baruc 4, 4)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina