Talált 273 Eredmények: Abrahán y Sara
y el juramento que hizo a nuestro padre Abrahán de concedernos que, (Lucas 1, 73)
Demostrad con obras vuestro arrepentimiento, y no os pongáis a decir: Tenemos por padre a Abrahán; porque yo os digo que Dios puede sacar de estas piedras hijos de Abrahán. (Lucas 3, 8)
de Jacob, de Isaac, de Abrahán, de Tara, de Nacor, (Lucas 3, 34)
Y a esta mujer, que es una hija de Abrahán, a la que Satanás tenía atada desde hace dieciocho años, ¿no se la puede soltar de su atadura en sábado?". (Lucas 13, 16)
Allí será el llanto y el rechinar de dientes cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras que vosotros sois echados fuera. (Lucas 13, 28)
Murió el pobre, y los ángeles le llevaron al seno de Abrahán. Murió también el rico, y lo enterraron. (Lucas 16, 22)
Y estando en el infierno, entre torturas, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abrahán, y a Lázaro a su lado. (Lucas 16, 23)
Y gritó: Padre Abrahán, ten compasión de mí y envía a Lázaro para que moje en agua la yema de su dedo y refresque mi lengua, porque me atormentan estas llamas. (Lucas 16, 24)
Abrahán repuso: Hijo, acuérdate que ya recibiste tus bienes durante la vida, y Lázaro, por el contrario, males. Ahora él está aquí consolado, y tú eres atormentado. (Lucas 16, 25)
Abrahán respondió: Ya tienen a Moisés y a los profetas; ¡que los escuchen! (Lucas 16, 29)
Pero él dijo: No, padre Abrahán; que si alguno de entre los muertos va a verlos, se arrepentirán. (Lucas 16, 30)
Abrahán contestó: Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto". (Lucas 16, 31)