Talált 30 Eredmények: óleo

  • "Toma a Aarón, con sus hijos, las vestiduras, el óleo de la unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos carneros y la cesta de panes sin levadura, (Levítico 8, 2)

  • Moisés tomó el óleo de la unción y ungió y consagró la morada y todo lo que había en ella. (Levítico 8, 10)

  • Derramó el óleo de la unción sobre la cabeza de Aarón, lo ungió y lo consagró. (Levítico 8, 12)

  • Finalmente, Moisés tomó el óleo de la unción y sangre de la que había sobre el altar, y roció a Aarón y sus vestiduras, a los hijos de Aarón y sus vestiduras, y así los consagró. (Levítico 8, 30)

  • No salgáis de la entrada de la tienda de la reunión, no sea que muráis, pues lleváis sobre vosotros el óleo de la unción del Señor". Ellos hicieron lo que Moisés había dicho. (Levítico 10, 7)

  • "En cuanto al sumo sacerdote, el mayor entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el óleo de la unción, a quien le fue conferido el poder de llevar las vestiduras sagradas, no irá despeinado ni harapiento, (Levítico 21, 10)

  • No se saldrá del lugar santo para no profanar el santuario de su Dios, pues lleva sobre sí la corona del óleo de la unción de su Dios: yo, el Señor. (Levítico 21, 12)

  • salvando al homicida de las manos del vengador de sangre; lo volverá a la ciudad de refugio donde había huido, y allí se quedará hasta la muerte del sumo sacerdote ungido con el óleo santo. (Números 35, 25)

  • ¡Montes de Gelboé!, no caiga sobre vosotros ni rocío ni lluvia, campos traidores; porque allí fue abatido el escudo de los héroes, el escudo de Saúl: no estaba ungido con óleo, (II Samuel 1, 21)

  • Sadoc, el sacerdote, tomó del tabernáculo el cuerno del óleo y ungió a Salomón. Entonces se tocaron las trompetas y todo el pueblo gritó: "¡Viva el rey Salomón!". (I Reyes 1, 39)

  • Amas la justicia y odias la iniquidad, por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría con preferencia a tus compañeros. (Salmos 45, 8)

  • he encontrado a mi siervo David, y lo he consagrado con el óleo santo; (Salmos 89, 21)


“A meditação não é um meio para chegar a Deus, mas um fim. A finalidade da meditação é o amor a Deus e ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina