Talált 36 Eredmények: prometido

  • Mardoqueo le informó de todo cuanto había pasado y de la suma de dinero que Amán había prometido entregar al tesoro real por el exterminio de los judíos. (Ester 4, 7)

  • como había prometido por la Ley, el mismo Dios, como esperamos, se apiadará pronto de nosotros y nos reunirá de todas partes bajo el cielo en el Lugar Santo; pues nos ha sacado de grandes males y ha purificado el Lugar. (II Macabeos 2, 18)

  • después de haber prometido al rey, en una conversación, 360 talentos de plata y ochenta talentos de otras rentas. (II Macabeos 4, 8)

  • Menelao detentaba ciertamente el poder, pero nada pagaba del dinero prometido al rey, (II Macabeos 4, 27)

  • sino que cumpliremos precisamente cuanto tenemos prometido, que es quemar incienso a la Reina de los Cielos y hacerle libaciones, como venimos haciendo nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros jefes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que nos hartábamos de pan, éramos felices y ningún mal nos sucedía. (Jeremías 44, 17)

  • como había prometido desde tiempos antiguos, por boca de sus santos profetas, (Lucas 1, 70)

  • Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís. (Hechos 2, 33)

  • que había ya prometido por medio de sus profetas en las Escrituras Sagradas, (Romanos 1, 2)

  • con el pleno convencimiento de que poderoso es Dios para cumplir lo prometido. (Romanos 4, 21)

  • Necesitáis paciencia en el sufrimiento para cumplir la voluntad de Dios y conseguir así lo prometido. (Hebreos 10, 36)

  • ¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman. (Santiago 1, 12)

  • Pero esperamos, según nos lo tiene prometido, nuevos cielos y nueva tierra, en lo que habite la justicia. (II Pedro 3, 13)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina