Talált 187 Eredmények: muy

  • La gente, muy numerosa, extendió sus mantos por el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. (Mateo 21, 8)

  • se acercó a él una mujer que traía un frasco de alabastro, con perfume muy caro, y lo derramó sobre su cabeza mientras estaba a la mesa. (Mateo 26, 7)

  • Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo, Señor?» (Mateo 26, 22)

  • Pero él a nada respondió, de suerte que el procurador estaba muy sorprendido. (Mateo 27, 14)

  • De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. (Marcos 1, 35)

  • pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto. (Marcos 6, 20)

  • Era ya una hora muy avanzada cuando se le acercaron sus discípulos y le dijeron: «El lugar está deshabitado y ya es hora avanzada. (Marcos 6, 35)

  • y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo. (Marcos 9, 3)

  • Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz. (Marcos 11, 20)

  • Acercóse uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» (Marcos 12, 28)

  • Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que El es único y que no hay otro fuera de El, (Marcos 12, 32)

  • Y muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, van al sepulcro. (Marcos 16, 2)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina