Talált 145 Eredmények: incienso

  • Y cuando llegó Jeremías, encontró una estancia en forma de cueva; allí metió la Tienda, el arca y el altar del incienso, y tapó la entrada. (II Macabeos 2, 5)

  • Después de haber purificado el Templo, hicieron otro altar; tomando fuego de pedernal del que habían sacado chispas, tras dos años de intervalo ofrecieron sacrificios, el incienso y las lámparas, y colocaron los panes de la Presencia. (II Macabeos 10, 3)

  • ¿Qué es eso que sube del desierto, cual columna de humo sahumado de mirra y de incienso, de todo polvo de aromas exóticos? (Cantar 3, 6)

  • Antes que sople la brisa del día, y se huyan las sombras, me iré al monte de la mirra, a la colina del incienso. (Cantar 4, 6)

  • nardo y azafrán, caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso, mirra y áloe, con los mejores bálsamos. (Cantar 4, 14)

  • que pronto un hombre irreprochable salió en su defensa. Con las armas de su propio ministerio, la oración y el incienso expiatorio, se enfrentó a la ira y dio fin a la plaga, mostrando con ello que era en verdad siervo tuyo. (Sabiduría 18, 21)

  • Cual cinamomo y aspálato aromático he dado fragancia, cual mirra exquisita he dado buen olor, como gálbano y ónice y estacte, como nube de incienso en la Tienda. (Eclesiástico 24, 15)

  • Ofrece incienso y memorial de flor de harina, haz pingües ofrendas según tus medios. (Eclesiástico 38, 11)

  • Como incienso derramad buen olor, abríos en flor como el lirio, exhalad perfume, cantad un cantar, bendecid al Señor por todas sus obras. (Eclesiástico 39, 14)

  • Le eligió entre todos los vivientes para presentar la ofrenda al Señor, el incienso y el aroma en memorial, y hacer expiación por el pueblo. (Eclesiástico 45, 16)

  • La memoria de Josías es mixtura de incienso preparado por arte de perfumista. En toda boca es dulce como miel, como música en medio de un banquete. (Eclesiástico 49, 1)

  • como fuego e incienso en el incensario, como vaso de oro macizo adornado de toda clase de piedras preciosas, (Eclesiástico 50, 9)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina