Talált 1712 Eredmények: había
Pero también Judas, el que le entregaba, conocía el sitio, porque Jesús se había reunido allí muchas veces con sus discípulos. (Juan 18, 2)
Así se cumpliría lo que había dicho: «De los que me has dado, no he perdido a ninguno.» (Juan 18, 9)
Uno de los siervos del Sumo Sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le dice: «¿No te vi yo en el huerto con él?» (Juan 18, 26)
Así se cumpliría lo que había dicho Jesús cuando indicó de qué muerte iba a morir. (Juan 18, 32)
Esta inscripción la leyeron muchos judíos, porque el lugar donde había sido crucificado Jesús estaba cerca de la ciudad; y estaba escrita en hebreo, latín y griego. (Juan 19, 20)
Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca. (Juan 19, 29)
Fue también Nicodemo - aquel que anteriormente había ido a verle de noche - con una mezcla de mirra y áloe de unas cien libras. (Juan 19, 39)
En el lugar donde había sido crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el que nadie todavía había sido depositado. (Juan 19, 41)
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, (Juan 20, 8)
y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. (Juan 20, 12)
Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras. (Juan 20, 18)
Pedro se vuelve y ve siguiéndoles detrás, al discípulo a quién Jesús amaba, que además durante la cena se había recostado en su pecho y le había dicho: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?» (Juan 21, 20)