Talált 288 Eredmények: eran

  • En su lugar puso a sus hijos y éstos son los que Josué circuncidó, porque eran incircuncisos, ya que no los habían circuncidado por el camino. (Josué 5, 7)

  • Estos odres de vino, que eran nuevos cuando los llenamos, se han roto; nuestras sandalias y nuestros vestidos están gastados por lo largo del camino.» (Josué 9, 13)

  • Los israelitas partieron del campamento y llegaron al tercer día a sus ciudades, que eran Gabaón, Kefirá, Beerot y Quiryat Yearim. (Josué 9, 17)

  • Se atemorizó mucho con ello, porque Gabaón era una ciudad grande, como una ciudad real, mayor que Ay, y todos sus hombres eran valientes. (Josué 10, 2)

  • y a los otros hijos de Manasés, según sus clanes: a los hijos de Abiezer, a los hijos de Jeleq, a los hijos de Asriel, a los hijos de Sekem, a los hijos de Jéfer, a los hijos de Semidá, estos eran los hijos varones de Manasés, hijo de José, por clanes. (Josué 17, 2)

  • Y las ciudades fuertes eran: Siddim, Ser, Jammat, Raqcat, Kinneret, (Josué 19, 35)

  • Derrotaron en aquella ocasión a los de Moab; eran unos 10.000 hombres, todos fuertes y valientes, y no escapó ni uno. (Jueces 3, 29)

  • Después de él vino Samgar, hijo de Anat. Derrotó a los filisteos, que eran seiscientos hombres, con una aguijada de bueyes; él también salvó a Israel. (Jueces 3, 31)

  • porque subían numerosos como langostas, con sus ganados y sus tiendas. Ellos y sus camellos eran innumerables e invadían el país para saquearlo. (Jueces 6, 5)

  • Madián, Amalec y todos los hijos de Oriente habían caído sobre el valle, numerosos como langostas, y sus camellos eran innumerables como la arema de la orilla del mar. (Jueces 7, 12)

  • Zébaj y Salmunná estaban en Carcor con su ejército, unos 15.000 hombres, todos los que habían quedado del ejército de los hijos de Oriente. Los que habían caído eran 120.000 guerreros. (Jueces 8, 10)

  • Luego dijo a Zébaj y Salmunná: «¿Cómo eran los hombres que matasteis en el Tabor?» Ellos respondieron: «Se parecían a ti; cualquiera de ellos tenía la apariencia de un hijo de rey.» (Jueces 8, 18)


“Lembre-se de que você tem no Céu não somente um pai, mas também uma Mãe”. São Padre Pio de Pietrelcina