Talált 201 Eredmények: arca

  • Entonces la ira de Yahveh se encendió contra Uzzá: allí mismo le hirió Dios por este atrevimiento y murió allí junto al arca de Dios. (II Samuel 6, 7)

  • Aquel día David tuvo miedo de Yahveh y dijo: «¿Como voy a llevar a mi casa el arca de Yahveh?» (II Samuel 6, 9)

  • Y no quiso llevar el arca de Yahveh junto a sí, a la Ciudad de David, sino que la hizo llevar a casa de Obededom de Gat. (II Samuel 6, 10)

  • El arca de Yahveh estuvo en casa de Obededom de Gat tres meses y Yahveh bendijo a Obededom y a toda su casa. (II Samuel 6, 11)

  • Se hizo saber al rey David: «Yahveh ha bendecido la casa de Obededom y todas sus cosas a causa del arca de Dios.» Fue David e hizo subir el arca de Dios de casa de Obededom a la Ciudad de David, con gran alborozo. (II Samuel 6, 12)

  • Cada seis pasos que avanzaban los portadores del arca de Yahveh, sacrificaba un buey y un carnero cebado. (II Samuel 6, 13)

  • David y toda la casa de Israel hacían subir el arca de Yahveh entre clamores y resonar de cuernos. (II Samuel 6, 15)

  • Cuando el arca de Yahveh entró en la Ciudad de David, Mikal, hija de Saúl, que estaba mirando por la ventana, vio al rey David saltando y girando ante Yahveh y le despreció en su corazón. (II Samuel 6, 16)

  • Metieron el arca de Yahveh y la colocaron en su sitio, en medio de la tienda que David había hecho levantar para ella y David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión en presencia de Yahveh. (II Samuel 6, 17)

  • dijo el rey al profeta Natán: «Mira; yo habito en una casa de cedro mientras que el arca de Dios habita bajo pieles.» (II Samuel 7, 2)

  • Urías respondió a David: «El arca, Israel y Judá habitan en tiendas; Joab mi señor y los siervos de mi señor acampan en el suelo ¿y voy a entrar yo en mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? ¡Por tu vida y la vida de tu alma, no haré tal!» (II Samuel 11, 11)

  • Iban también con él Sadoq y todos los levitas, llevando el arca de la alianza de Dios. Se detuvieron con el arca de Dios junto a Abiatar hasta que todo el pueblo acabó de salir de la ciudad. (II Samuel 15, 24)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina