Talált 71 Eredmények: altos

  • Cuando los israelitas vieron su muchedumbre, quedaron sobrecogidos y se dijeron unos a otros: «Estos ahora van a arrasar toda la tierra y ni los montes más altos ni los barrancos ni las colinas podrán soportar su peso.» (Judit 7, 4)

  • Mira a la cara a los más altos, es rey de todos los hijos del orgullo. (Job 41, 26)

  • le irritaron con sus altos, con sus ídolos excitaron sus celos. (Salmos 78, 58)

  • los altos montes, para los rebecos, para los damanes, el cobijo de las rocas. (Salmos 104, 18)

  • Antíoco creía que se le despreciaba a él y sospechaba que eran palabras injuriosas. Mientras el menor seguía con vida, no sólo trataba de ganarle con palabras, sino hasta con juramentos le prometía hacerle rico y muy feliz, con tal de que abandonara las tradiciones de sus padres; le haría su amigo y le confiaría altos cargos. (II Macabeos 7, 24)

  • contra todos los cedros del Líbano altos y elevados, contra todas las encinas del Basán, (Isaías 2, 13)

  • contra todos los montes altos, contra todos los cerros elevados, (Isaías 2, 14)

  • Porque él derroca a los habitantes de los altos, a la villa inacessible; la hace caer, la abaja hasta la tierra, la hace tocar el polvo; (Isaías 26, 5)

  • Pero vais a decirme: "Nosotros confiamos en Yahveh nuestro Dios." ¿No ha sido él, Ezequías, quien ha suprimido los altos y los altares y ha dicho a Judá y a Jerusalén: "Os postraréis delante de este altar?" (Isaías 36, 7)

  • ¡Luego eran mentira los altos, la barahúnda de los montes! ¡Luego por Yahveh, nuestro Dios, se salva Israel! (Jeremías 3, 23)

  • y han construido los altos de Tófet - que está en el valle de Ben Hinnom - para quemar a sus hijos e hijas en el fuego, cosa que nos les mandé ni me pasó por las mientes. (Jeremías 7, 31)

  • ¡Ah, tus adulterios y tus relinchos, la bajeza de tu prostitución! Sobre los altos, por la campiña he visto tus Monstruos abominables. ¡Ay de ti, Jerusalén, que no estás pura! ¿Hasta cuándo todavía...? (Jeremías 13, 27)


“Se quiser me encontrar, vá visitar Jesus Sacramentado; eu também estou sempre lá.” São Padre Pio de Pietrelcina