Talált 139 Eredmények: algo

  • La conversación de los necios es algo irritante, su risa estalla en la molicie del pecado. (Eclesiástico 27, 13)

  • «Pasa, huésped, adereza la mesa, si tienes algo a mano, dame de comer.» (Eclesiástico 29, 26)

  • Por su palabra puso fin a los prodigios, y le glorificó delante de los reyes; le dio para su pueblo mandamientos, y le mostró algo de su gloria. (Eclesiástico 45, 3)

  • Cantad a Yahveh, porque ha hecho algo sublime, que es digno de saberse en toda la tierra. (Isaías 12, 5)

  • No reflexionan, no tienen ciencia ni entendimiento para decirse: «He quemado una mitad, he cocido pan sobre las brasas; he asado carne y la he comido; y ¡voy a hacer con lo restante algo abominable! ¡voy a inclinarme ante un trozo de madera! (Isaías 44, 19)

  • ¡Quédate, pues, con tus sortilegios y tus muchas hechicerías con que te fatigas desde tu juventud! ¿Te podrán servir de algo? ¿Acaso harás temblar? (Isaías 47, 12)

  • ¿Por qué gastar plata en lo que no es pan, y vuestro jornal en lo que no sacia? Hacedme caso y comed cosa buena, y disfrutaréis con algo sustancioso. (Isaías 55, 2)

  • Algo pasmoso y horrendo se ha dado en la tierra: (Jeremías 5, 30)

  • Ahora, pues, di a la gente de Judá y a los habitantes de Jerusalén: Así dice Yahveh: «Mirad que estoy ideando contra vosotros cosa mala y pensando algo contra vosotros. Ea, pues; volveos cada cual de su mal camino y mejorad vuestra conducta y acciones.» (Jeremías 18, 11)

  • Entonces dijeron: «Venid y tramemos algo contra Jeremías, porque no va a faltarle la ley al sacerdote, el consejo al sabio, ni al profeta la palabra. Venid e hirámosle por su propia lengua: no estemos atentos a todas sus palabras.» (Jeremías 18, 18)

  • Yo decía: «No volveré a recordarlo, ni hablaré más en su Nombre.» Pero había en mi corazón algo así como fuego ardiente, prendido en mis huesos, y aunque yo trabajada por ahogarlo, no podía. (Jeremías 20, 9)

  • El rey Sedecías mandó traerle, y le interrogó en su casa, en secreto: «¿Hay algo de parte de Yahveh?» Dijo Jeremías: «Lo hay.» Y añadió: «En mano del rey de Babilonia serás entregado.» (Jeremías 37, 17)


“O amor sem temor torna-se presunção.” São Padre Pio de Pietrelcina