Talált 820 Eredmények: adorar en espíritu y en verdad

  • Porque, si de verdad guardáis todos estos mandamientos que yo os mando practicar, amando a Yahveh vuestro Dios, siguiendo todos sus caminos y viviendo unidos a él, (Deuteronomio 11, 22)

  • consultarás, indagarás y preguntarás minuciosamente. Si es verdad, si se comprueba que en medio de ti se ha cometido tal abominación, (Deuteronomio 13, 15)

  • pero sólo si escuchas de verdad la voz de Yahveh tu Dios cuidando de poner en práctica todos estos mandamientos que yo te prescribo hoy. (Deuteronomio 15, 5)

  • Pero si resulta que es verdad, si no aparecen en la joven las pruebas de la virginidad, (Deuteronomio 22, 20)

  • Y si tú escuchas de verdad la voz de Yahveh tu Dios, cuidando de practicar todos los mandamientos que yo te prescribo hoy, Yahveh tu Dios le levantará por encima de todas las naciones de la tierra, (Deuteronomio 28, 1)

  • Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos. A él obedecieron los israelitas, cumpliendo la orden que Yahveh había dado a Moisés. (Deuteronomio 34, 9)

  • Pero la mujer tomó a los dos hombres y los escondió. Luego respondió: «Es verdad que esos hombres han venido a mi casa, pero yo no sabía de dónde eran. (Josué 2, 4)

  • Akán respondió a Josué: «En verdad, yo soy el que ha pecado contra Yahveh, Dios de Israel; esto y esto es lo que he hecho: (Josué 7, 20)

  • En verdad, lo hemos hecho así por preocupación y razonadamente, diciéndonos: El día de mañana podrían decir vuestros hijos a los nuestros: "¿Qué tenéis que ver vosotros con Yahveh el Dios de Israel? (Josué 22, 24)

  • El espíritu de Yahveh vino sobre él, fue juez de Israel y salió a la guerra. Yahveh puso en sus manos a Kusán Riseatáyim, rey de Edom y triumfó sobre Kusán Riseatáyim. (Jueces 3, 10)

  • El espíritu de Yahveh revistió a Gedeón; él tocó el cuerno y Abiezer se reunió a él. (Jueces 6, 34)

  • Pero Dios envió un espíritu de discordia entre Abimélek y los señores de Siquem; y los señores de Siquem traicionaron a Abimélek, (Jueces 9, 23)


“Onde há mais sacrifício, há mais generosidade.” São Padre Pio de Pietrelcina