Talált 98 Eredmények: Vieron

  • Cuando se enteraron todos nuestros enemigos y todas las naciones de alrededor lo vieron, les pareció una gran maravilla y reconocieron que esta obra había sido realizada por nuestro Dios. (Nehemías 6, 16)

  • Tobit salió al encuentro de su nuera hasta las puertas de Nínive, bendiciendo a Dios, lleno de gozo. Cuando los de Nínive le vieron caminar, avanzando con su antigua firmeza, sin necesidad de lazarillo, se maravillaron. Tobit proclamó delante de ellos que Dios se había compadecido de él y le había abierto los ojos. (Tobías 11, 16)

  • Ellos se levantaron pero ya no le vieron más. Alabaron a Dios y entonaron himnos, dándole gracias por aquella gran maravilla de habérseles aparecido un ángel de Dios. (Tobías 12, 21)

  • Cuando los israelitas vieron su muchedumbre, quedaron sobrecogidos y se dijeron unos a otros: «Estos ahora van a arrasar toda la tierra y ni los montes más altos ni los barrancos ni las colinas podrán soportar su peso.» (Judit 7, 4)

  • Cuando vieron a Judit con el rostro transformado y mudada de vestidos, se quedaron maravillados de su extremada hermosura y le dijeron: (Judit 10, 7)

  • Por esta razón, estos días son llamados "Purim", de la palabra "Pur".» Asimismo, por todo la relatado en esta carta por lo que ellos mismos vieron y por lo que se les contó, (Ester 9, 26)

  • O ni habría existido, como aborto ocultado, como los fetos que no vieron la luz. (Job 3, 16)

  • apenas vieron, de golpe estupefactos, aterrados, huyeron en tropel. (Salmos 48, 6)

  • Viéronte, oh Dios, las aguas, las aguas te vieron y temblaron, también se estremecieron los abismos. (Salmos 77, 17)

  • vieron las obras de Yahveh, sus maravillas en el piélago. (Salmos 107, 24)

  • Cuando vieron el santuario desolado, el altar profanado, las puertas quemadas, arbustos nacidos en los atrios como en un bosque o en un monte cualquiera, y las salas destruidas, (I Macabeos 4, 38)

  • Cuando, al llegar el día, alzaron los judíos sus ojos, vieron una muchedumbre innumerable que levantaba escalas e ingenios para tomar la plaza, y había comenzado ya el ataque. (I Macabeos 5, 30)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina