Talált 382 Eredmények: Tel

  • ¿Quién es sabio para entender estas cosas, inteligente para conocerlas?: Que rectos son los caminos de Yahveh, por ellos caminan los justos, mas los rebeldes en ellos tropiezan. (Oseas 14, 10)

  • que el día que yo visite a Israel por sus rebeldías, visitaré los altares de Betel; serán derribados los cuernos del altar y caerán por tierra. (Amós 3, 14)

  • ¡Id a Betel a rebelaros, multiplicad en Guilgal vuestras rebeldías, llevad de mañana vuestros sacrificios cada tres días vuestros diezmos; (Amós 4, 4)

  • Pero no busquéis a Betel, no vayáis a Guilgal ni paséis a Berseba, porque Guilgal será deportada sin remedio, y Betel será reducida a la nada. (Amós 5, 5)

  • ¡Buscad a Yahveh y viviréis, no sea que caiga él como fuego sobre la casa de José, y devore a Betel sin que haya quien apague! (Amós 5, 6)

  • El sacerdote de Betel, Amasías, mandó a decir a Jeroboam, rey de Israel: «Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; ya no puede la tierra soportar todas sus palabras. (Amós 7, 10)

  • Pero en Betel no has de seguir profetizando, porque es el santuario del rey y la Casa del reino.» (Amós 7, 13)

  • Vi al Señor en pie junto al altar y dijo: ¡Sacude el capitel y que se desplomen los umbrales! ¡Hazlos trizas en la cabeza de todos ellos, y lo que de ellos quede lo mataré yo a espada: no huirá de entre ellos un solo fugitivo ni un evadido esapará! (Amós 9, 1)

  • Te han rechazado hasta la frontera todos los que eran tus aliados, te han engañado, te han podido los que contigo en paz estaban. Los que comían tu pan te ponen debajo un lazo: «¡Ya no hay en él inteligencia!» (Abdías 1, 7)

  • ¿Es que el día aquel - oráculo de Yahveh - no suprimiré yo de Edom los sabios, y la inteligencia de la montaña de Esaú? (Abdías 1, 8)

  • «¡Levantaos, marchad, que esta no es hora de reposo! Por una bagatela exigís una prenda agobiante. (Miqueas 2, 10)

  • extirparé tus estatuas y tus estelas de en medio de ti, y ya no podrás postrarte más ante la obra de tus manos, (Miqueas 5, 12)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina