Talált 539 Eredmények: Ley
«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. (Mateo 5, 17)
Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda. (Mateo 5, 18)
«Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas. (Mateo 7, 12)
Pues todos los profetas, lo mismo que la Ley, hasta Juan profetizaron. (Mateo 11, 13)
¿Tampoco habéis leído en la Ley que en día de sábado los sacerdotes, en el Templo, quebrantan el sábado sin incurrir en culpa? (Mateo 12, 5)
«Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?» (Mateo 22, 36)
De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas.» (Mateo 22, 40)
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello. (Mateo 23, 23)
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, (Lucas 2, 22)
como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor (Lucas 2, 23)
y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones , conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. (Lucas 2, 24)
Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, (Lucas 2, 27)