Talált 539 Eredmények: Ley

  • Así dice Yahveh: ¡Por tres crímenes de Judá y por cuatro, seré inflexible! Por haber despreciado la Ley de Yahveh, y no haber guardado sus preceptos, porque los han extraviado sus Mentiras, las que ya habían seguido sus padres, (Amós 2, 4)

  • El hace las Pléyades y Orión, trueca en mañana las sombras, y hace oscurecer el día en noche. El llama a las aguas del mar, y sobre la haz de la tierra las derrama, Yahveh es su nombre; (Amós 5, 8)

  • acudirán naciones numerosas y dirán: «Venid, subamos al monte de Yahveh, a la Casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros sigamos sus senderos». Pues de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalén la palabra de Yahveh. (Miqueas 4, 2)

  • Por eso la ley se desvirtúa, y no aparece el juicio. ¡Sí, el impío asedia al justo, por eso aparece el juicio pervertido! (Habacuc 1, 4)

  • Sus profetas, fanfarrones, hombres traicioneros, sus sacerdotes profanan lo que es santo y violan la Ley. (Sofonías 3, 4)

  • Así dice Yahveh Sebaot: Pregunta a los sacerdotes sobre la Ley. Di: (Ageo 2, 11)

  • su corazón hicieron de diamante para no oír la Ley y las palabras que Yahveh Sebaot había dirigido por su espíritu, por ministerio de los antiguos profetas. Hubo entonces gran enojo de Yahveh Sebaot. (Zacarías 7, 12)

  • La Ley de verdad estaba en su boca, e iniquidad no se hallaba en sus labios; en paz y en rectitud caminaba conmigo, y a muchos recobró de la culpa. (Malaquías 2, 6)

  • Pues los labios del sacerdote guardan la ciencia, y la Ley se busca en su boca; porque él es el mensajero de Yahveh Sebaot. (Malaquías 2, 7)

  • Pero vosotros os habéis extraviado del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la Ley, habéis corrompido la alianza de Leví, dice Yahveh Sebaot. (Malaquías 2, 8)

  • Por eso yo también os he hecho despreciables y viles ante todo el pueblo, de la misma manera que vosotros no guardáis mis caminos y hacéis acepción de personas en la Ley. (Malaquías 2, 9)

  • Acordaos de la Ley de Moisés, mi siervo, a quien yo prescribí en el Horeb preceptos y normas para todo Israel. (Malaquías 3, 22)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina