Talált 179 Eredmények: tuvo

  • El que había dejado a muchos sin sepultura, no tuvo quien lo llorara; nadie le tributó honras fúnebres y no encontró sitio en el sepulcro de sus antepasados. (II Macabeos 5, 10)

  • No contento con esto, Antíoco tuvo la osadía de entrar en el Templo más santo de toda la tierra, llevando como guía a Menelao, el traidor de las leyes y de la patria. (II Macabeos 5, 15)

  • Por ese tiempo, Antíoco tuvo que retirarse precipitadamente de las regiones de Persia. (II Macabeos 9, 1)

  • En efecto, después de haber entrado en la ciudad llamada Persépolis, intentó saquear el templo y apoderarse de la ciudad. Pero el pueblo se amotinó y se defendió con las armas. Antíoco, derrotado por la gente del país, tuvo que emprender una vergonzosa retirada. (II Macabeos 9, 2)

  • El mismo día en que el Templo había sido profanado por los extranjeros -es decir, el veinticinco del mes de Quisleu- tuvo lugar la purificación del Templo. (II Macabeos 10, 5)

  • El mismo Timoteo tuvo que refugiarse en una fortaleza muy bien defendida, llamada Guézer, donde gobernaba Quereas. (II Macabeos 10, 32)

  • ¡Feliz, en cambio, la mujer estéril que no se ha manchado, la que no tuvo relaciones ilícitas! Ella dará frutos cuando Dios visite las almas. (Sabiduría 3, 13)

  • Feliz también el eunuco que no cometió ninguna iniquidad ni tuvo pensamientos perversos contra el Señor. Por su fidelidad se le dará una gracia especial, una herencia muy deseable en el Templo del Señor. (Sabiduría 3, 14)

  • Por una mujer tuvo comienzo el pecado, y a causa de ella, todos morimos. (Eclesiástico 25, 24)

  • Él dispuso ordenadamente las grandes obras de su sabiduría, porque existe desde siempre y para siempre; nada ha sido añadido, nada ha sido quitado, y él no tuvo necesidad de ningún consejero. (Eclesiástico 42, 21)

  • Ezequiel tuvo una visión de la Gloria, que Dios le mostró sobre el carro de los Querubines, (Eclesiástico 49, 8)

  • Visión que tuvo Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén, en tiempos de Ozías, de Jotám, de Ajaz y de Ezequías, reyes de Judá. (Isaías 1, 1)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina