Talált 74 Eredmények: pertenece
Por eso fue sellada en su favor una alianza de paz, que lo hizo jefe del santuario y de su pueblo, de manera que a él y a su descendencia pertenece para siempre la dignidad de Sumo Sacerdote. (Eclesiástico 45, 24)
Todo esto lo hizo mi mano y todo me pertenece -oráculo del Señor-. Aquel hacia quien vuelvo la mirada es el pobre, de espíritu acongojado, que se estremece ante mis palabras. (Isaías 66, 2)
Ustedes dirán: Al Señor, nuestro Dios, pertenece la justicia; a nosotros, en cambio, la vergüenza reflejada en el rostro, como sucede en el día de hoy: vergüenza para los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén, (Baruc 1, 15)
Al Señor, nuestro Dios, pertenece la justicia; a nosotros, en cambio, y a nuestros padres la vergüenza reflejada en el rostro, como sucede en el día de hoy. (Baruc 2, 6)
¡Ruinas, ruinas, todo lo convierto en ruinas! Pero esto no sucederá hasta que llegue aquel a quien le pertenece el juicio, y a él se lo daré. (Ezequiel 21, 32)
Habla y di: Así habla el Señor: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, enorme dragón recostado en el cauce de sus Nilos, que dices: "El Nilo me pertenece, yo mismo me lo hice". (Ezequiel 29, 3)
La tierra de Egipto será una desolación y una ruina, y ellos sabrán que yo soy el Señor. Por haber dicho: "El Nilo me pertenece, yo mismo me lo hice", (Ezequiel 29, 9)
El príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo para privarlo de lo que le pertenece: sólo de su propio patrimonio legará bienes a sus hijos, para que mi pueblo no se disperse, al ser privado de su propiedad. (Ezequiel 46, 18)
El conjunto de la parte reservada tendrá doce mil quinientos metros por doce mil: así, lo que ustedes reservarán será un cuadrado, incluyendo lo que pertenece a la ciudad. (Ezequiel 48, 20)
El resto será para el príncipe, a uno y otro lado de la parte reservada y de la que pertenece a la ciudad. A él le corresponderá una extensión de doce mil quinientos metros por el lado este, hasta la frontera oriental; y de doce mil quinientos metros por el lado oeste, hasta la frontera occidental, a lo largo de las otras partes. La parte reservada y el Santuario del templo quedarán en el medio. (Ezequiel 48, 21)
La propiedad de los levitas y lo que pertenece a la ciudad estarán entre la frontera de Judá y la frontera de Benjamín, en medio de lo que pertenecerá al príncipe. (Ezequiel 48, 22)
¿No entonarán todos estos contra él sátiras, sarcasmos y enigmas? Ellos dirán: ¡Ay del que acumula lo que no le pertenece -¿hasta cuándo?- y se carga de objetos prendados! (Habacuc 2, 6)