Talált 74 Eredmények: pertenece

  • Ahora sus hermanos han obtenido el descanso que les concedió el Señor, su Dios, conforme a la promesa que él les había hecho. Por lo tanto, regresen a sus campamentos, al territorio que les pertenece, a esa tierra que Moisés, el servidor del Señor, les dio al otro lado del Jordán. (Josué 22, 4)

  • Si la tierra que les pertenece es impura, pásense a la tierra que pertenece al Señor, donde reside su Morada, y establézcanse entre nosotros. Pero no se rebelen contra él ni nos hagan cómplices de la rebeldía de ustedes, erigiendo un altar aparte del altar del Señor, nuestro Dios. (Josué 22, 19)

  • Aquella misma noche, el Señor dijo a Gedeón: "Toma el novillo de tu padre y otro toro de siete años. Luego destruirás el altar del Baal que pertenece a tu padre y cortarás el poste sagrado que está junto a él. (Jueces 6, 25)

  • Pero su señor le respondió: "No nos apartemos para entrar en una ciudad extranjera, que no pertenece a los israelitas. Sigamos de largo hasta Guibeá". (Jueces 19, 12)

  • Joab fue a ver a Absalón a su casa y le dijo: "¿Por qué tus servidores han incendiado el campo que me pertenece?". (II Samuel 14, 31)

  • "Ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y establécete allí; ahí yo he ordenado a una viuda que te provea de alimento". (I Reyes 17, 9)

  • Este dijo a sus servidores: "Ustedes saben bien que Ramot de Galaad nos pertenece. Sin embargo, nosotros no hacemos nada para quitársela al rey de Arám". (I Reyes 22, 3)

  • El rey interrogó a la mujer, y ella le contó todo. Luego puso a su disposición un eunuco, al que ordenó: "Que se le restituya todo lo que le pertenece, con todas las rentas del campo, desde el día en que dejó el país hasta ahora". (II Reyes 8, 6)

  • Judá, en efecto, prevaleció entre sus hermanos y de él procede el Príncipe; pero la primogenitura pertenece a José. (I Crónicas 5, 2)

  • Pero el rey David dijo a Ornán: "¡De ninguna manera! La compraré por su precio real en plata, porque no voy a tomar para el Señor lo que te pertenece, ni voy a ofrecer un holocausto que no cuesta nada". (I Crónicas 21, 24)

  • Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad; porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Tuyo, Señor, es el reino; tú te elevas por encima de todo. (I Crónicas 29, 11)

  • También al extranjero, que no pertenece a tu pueblo Israel, y llegue de un país lejano a causa de tu gran Nombre, de tu mano poderosa y de tu brazo extendido, si él viene a orar hacia esta Casa, (II Crónicas 6, 32)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina