Talált 198 Eredmények: nacer de nuevo

  • Puso en mi boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos, al ver esto, temerán y confiarán en el Señor. (Salmos 40, 4)

  • Me hiciste pasar por muchas angustias, pero de nuevo me darás la vida; me harás subir de lo profundo de la tierra, (Salmos 71, 20)

  • Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra; (Salmos 96, 1)

  • Salmo. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. (Salmos 98, 1)

  • Dios mío, yo quiero cantarte un canto nuevo y tocar para ti con el arpa de diez cuerdas, (Salmos 144, 9)

  • ¡Aleluya! Canten al Señor un canto nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; (Salmos 149, 1)

  • Después recogieron piedras sin tallar, como lo prescribe la Ley, y erigieron un nuevo altar, igual que el anterior. (I Macabeos 4, 47)

  • y ofrecieron un sacrificio conforme a la Ley, sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían erigido. (I Macabeos 4, 53)

  • Después de estos acontecimientos, Timoteo reunió un nuevo ejército y acampó frente a Rafón, al otro lado del torrente. (I Macabeos 5, 37)

  • Al ver esto, los hombres de Jonatán que huían se unieron de nuevo a él, persiguieron juntos al enemigo hasta su campamento en Quedes, y acamparon allí. (I Macabeos 11, 73)

  • Dio nuevo esplendor al Templo y lo enriqueció con muchos vasos sagrados. (I Macabeos 14, 15)

  • Sin embargo, no logró adueñarse del poder y finalmente, sin haber conseguido otra cosa que su propio fracaso, tuvo que huir de nuevo al país de Amán. (II Macabeos 5, 7)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina