Talált 126 Eredmények: llegado

  • y envió disimuladamente mensajeros a Arumá, donde estaba Abimélec, para avisarle: "Gaal, hijo de Ebed, ha llegado a Siquém con sus hermanos, y está sublevando la ciudad contra ti. (Jueces 9, 31)

  • Cuando anunciaron a la gente de Gaza: "¡Ha llegado Sansón!", lo cercaron y se pusieron al acecho junto a la Puerta de la ciudad. Así estuvieron a la expectativa toda la noche, diciendo: "Lo mataremos al despuntar el alba". (Jueces 16, 2)

  • Los filisteos oyeron el estruendo de la ovación y dijeron: "¿Qué significa esa estruendosa ovación en el campamento de los hebreos?". Al saber que el Arca del Señor había llegado al campamento, (I Samuel 4, 6)

  • los filisteos sintieron temor, porque decían: "Un dios ha llegado al campamento". Y exclamaron: "¡Ay de nosotros, porque nada de esto había sucedido antes! (I Samuel 4, 7)

  • "Mañana, a la misma hora, te enviaré a un hombre del país de Benjamín; tú lo ungirás como jefe de mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo del poder de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta mí". (I Samuel 9, 16)

  • David envió unos espías y así supo que Saúl había llegado realmente. (I Samuel 26, 4)

  • Sí, cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. (II Samuel 7, 12)

  • Pero llegó un viajero a la casa del hombre rico, y este no quiso sacrificar un animal de su propio ganado para agasajar al huésped que había recibido. Tomó en cambio la oveja del hombre pobre, y se la preparó al que le había llegado de visita". (II Samuel 12, 4)

  • A la mañana siguiente, cuando David se levantó, la palabra del Señor había llegado al profeta Gad, el vidente de David, en estos términos: (II Samuel 24, 11)

  • Reinaba una gran alegría en toda la asamblea de Judá, lo mismo que entre los sacerdotes y levitas, entre los que habían llegado de Israel, los forasteros que llegaban del territorio de Israel y los habitantes de Judá. (II Crónicas 30, 25)

  • Ha llegado el momento de acudir en ayuda de tu herencia, y de realizar lo que me había propuesto para aplastar a los enemigos que se alzaron contra nosotros". (Judit 13, 5)

  • No, si te quedas callada en este preciso momento, el alivio y la liberación les vendrán a los judíos de otra parte, mientras que tú y la casa de tu padre desaparecerán. ¡Quién sabe si no has llegado a ser reina precisamente para una ocasión como esta!". (Ester 4, 14)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina